• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal

Anina Anyway

Escribo como piensas

  • ¿Quién soy?
  • Libros
  • Copywriting
  • Blog
  • Contacto

Ser vegetariana: lo mejor y lo peor (en mi experiencia)

7 enero, 2015 por Anina 40 comentarios

Ser vegetariana: lo mejor y lo peorJustamente por estas fechas se cumplen cuatro años desde que tomé una decisión importante que pasó a formar parte del historial de mis triunfos personales: ser vegetariana. La primera condición, como siempre, fue tenerlo muy claro. En mi caso, existía una motivación fuerte y una convicción más fuerte aún, por eso no me resultó difícil adaptarme a comer de una forma distinta.

Lo realmente difícil fue, otra vez, enfrentarme a una sociedad que mira con desdén a quienes eligen una opción que no es la mayoritaria. Parece muy obvio que la dieta de una persona es una opción personal y, cuando esta opción es diferente y añade cierto número de complicaciones, hay razones de sobra para pensar que será una opción bien fundamentada. Pero supongo que no es tan evidente como yo pensaba.

Lo que yo no sabía era que  a partir de ese momento iba a tener que empezar a justificar continuamente lo que como y, sobre todo, lo que no como. A demostrar que estoy sana, que no me falta de nada en mi dieta, que puedo hacer exactamente lo mismo que una persona que come de todo, y desmentir un largo etcétera de dogmas alimenticios entre los que crecemos.

Hace unos días despedía el mes de diciembre con otro pequeño y placentero triunfo personal: mi primera publicación en una revista. Fue en una revista china, GoVeg Magazine Asia (qué rara es la vida, ¿verdad?), con un artículo en el que explicaba a mis colegas asiáticos comehierba mi punto de vista respecto al asunto y las mayores dificultades que impone el hecho de ser vegetariana en España.

Un artículo pensado para cualquier persona: para vegetarian@s y, sobre todo, para quienes no lo son. Y puesto que la traducción le hizo perder parte de su identidad, lo comparto aquí para haceros llegar una parte importante de la mía.

Ser vegetariana: Mi decisión, mi ley universal

Ser vegetariana: lo mejor y lo peorEl filósofo alemán Inmanuel Kant enunció: «Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal». Con ello venía a decir que debemos comportarnos en nuestra vida exactamente de la misma forma en que desearíamos que todo el mundo se comportase. Por este motivo, no debo hacer las cosas con las que no esté de acuerdo, ni perpetuar el hecho de que sigan ocurriendo.

Si no estoy de acuerdo en cómo se hace algo, debo dejar de hacerlo. Aunque mi acción aislada no vaya a cambiar el mundo, debo actuar como si realmente fuera a ser así. Por eso dejé de comer animales. Para mí (y para Kant) era la única manera de defenderlos coherentemente, de comprometerme al 100% con mis principios: no podía seguir participando de algo que me había provocado auténtico horror.

Un horror que es muchísimo más grande de lo que imaginas, tal como recoge el documental Earthlings.

Y es que pude permanecer ciega mucho tiempo: es fácil si uno quiere. No tienes por qué ver, ni saber, ni enfrentarte a la realidad de los animales destinados al consumo humano. Pero en el momento en que abres esa puerta y te haces consciente de lo que sucede, ya es imposible cerrarla.

Muchas veces me había asomado a aquella puerta pero nunca me sentía preparada para entrar: no quería tener que cambiar mis hábitos alimenticios tan radicalmente ni sabía si sería capaz a renunciar a ellos. Lo que sabía es que, antes o después, tendría que acabar enfrentándome a aquello que sospechaba pero no había confirmado: que la industria es cruel y no entiende de sentimientos.

Ser vegetariana: lo mejor y lo peorEn el norte de España, donde vivo, es casi imposible encontrar en un restaurante algo que no lleve entre sus ingredientes carne, pescado o marisco (y ya no digamos si tu dieta es vegana). Según mi experiencia, la auténtica complicación para el vegetariano, lo que le hace abandonar en muchos casos, no tiene nada que ver con carencias en la nutrición o problemas de salud, como suele pensar la gran mayoría de la gente.

Lo que les hace darse por vencidos es el componente social y lúdico que rodea a la comida. No encontrar nada en el menú y sentirte culpable por pedir que te preparen algo diferente; interferir siempre en las elecciones de restaurantes que hacen tus amigos porque hay pocos sitios en los que te den algo de comer (y sentirte otra vez culpable); pasarte toda la comida explicando a los comensales por qué comes esto o lo otro y derribando (una y otra vez) los eternos mitos acerca de que no puedes estar sano si eliminas los productos animales de tu dieta.

Una de las preguntas que más me hace la gente es: “¿y no lo pasas mal sin poder comer esas cosas?”. Entonces no puedo evitar echarme a reír y aclararles, mientras me miran con incredulidad, que así es como yo soy auténticamente feliz. Lo pasaría mal si tuviese que volver a alimentarme de esa forma y no al contrario. Ahí es donde me doy cuenta del tremendo desfase que ya media entre su perspectiva y la mía propia.

Ser vegetariana: lo mejor y lo peorPero es ahí donde ellos parecen por fin comprender que esa decisión forma parte de la sonrisa sin veladuras que abandero, de mi actitud empática y positiva ante la vida, de mi fe en que el cambio es posible y avanza poco a poco. Ahí es donde se hace evidente que el vegetarianismo es un componente indivisible de mi identidad, de quién soy yo y de cómo conduzco mi vida. Yo decido desde mi propia condición de ser libre hacer mi contribución a la libertad animal, como si pudiera convertirla en ley universal. Y eso me proporciona una indescriptible sensación de paz.

Y aunque agota repetir lo mismo, es importante hablar con toda la gente que se interesa por esta cuestión; nunca sabes cuándo estás ayudando a una persona indecisa a dar ese paso que, sin duda, va a cambiar su vida. En mi caso, conté con la ayuda y las buenas razones de dos personas que acabaron por convencerme de que si no lo intentaba, nunca sabría lo que hubiera pasado. Por eso nunca me cierro a compartir mis motivos por enésima vez, a satisfacer la curiosidad de todo el que pregunta, porque puede que alguna de esas razones germine algún día como ocurrió conmigo.

Hoy, cuatro años después, mi compromiso con esta filosofía de vida es innegociable por el equilibrio y la tranquilidad que me proporciona. No importa con cuántos prejuicios o cartas de restaurante tenga que luchar. Lo que me define como ser humano no es estar en la cúspide de la cadena alimenticia, sino tomar mis propias decisiones. Y yo he decidido ser vegetariana.

[Actualización de 2019*: A día de hoy llevo ocho años siendo vegetariana. Mi compromiso no ha cambiado; sigo sana y activa. He viajado a cabo Norte en bicicleta y durante los último cuatro años he hecho travesías de un mes o más por las montañas en modo de autosuficiencia con la mochila a cuestas].

Las 3 claves: respecto, heterodoxia, apertura

Ser vegetariano banksyAsí terminaba el artículo y hoy, leyéndolo otra vez, añadiría que todo sería más sencillo aplicando tres principios básicos:

Respeto. Si lo que yo hago no te daña de ninguna manera, ¿por qué te empeñas en que no lo haga? El hecho de que algunas personas perciban el mero hecho de tu vegetarianismo como un ataque directo a su calidad de “personas con principios”, muestra un malestar oculto. Es tan sencillo como respetar mi opción de la misma forma en que yo respeto la tuya.

Heterodoxia. La mentalidad de que sólo hay una manera correcta de hacer las cosas es una de las más alienantes que podemos asumir. Cuando crees que por hacer algo diferente no lo estoy haciendo bien, lo único que haces es reafirmarte en la aniquilación de la diferencia y contribuyendo a la preservación del rebaño.

Apertura. En tu sistema de ideas y creencias caben muchas más de las que actualmente hay. Cuando llegue una nueva, que va en contra de las que ya tienes, no te cierres a ella sistemáticamente. Déjala pasar y date la oportunidad de pensar con tus propios criterios. Tal vez venga a sustituir a una de esas que llevas sosteniendo dogmáticamente toda tu vida sin tener motivos racionales para ello.

 

Y tú, ¿te has planteado alguna vez ser vegetariana o vegano?

¿Ya lo eres y has tenido otro tipo de problemas?

¿Entiendes que una persona quiera eliminar los animales de su dieta?

Relacionado

Publicado en: Ideas Etiquetado como: alimentación, dieta, ecología, vegetarianismo, vegetariano

Comentarios

  1. Rener Frank dice

    7 enero, 2015 a las 20:04

    Hola Ani! Una vez más, no puedo evitar dejarte un par de palabras por aquí, ya que el tema me ha tocado especialmente la fibra. Yo sí como carne, pero llevo casi 5 años con mi chica, que es alemana y también vegetariana desde que la conozco.
    Durante los primeros meses juntos he de reconocer que fui uno de esos intolerantes que describes. No podía entender que no le gustase la carne. Siempre le decía que era porque en Alemania no hay carne ni pescado de calidad, e intentaba que probase de mis platos siempre que había ocasión.
    Pero con el tiempo, y especialmente después de experimentar la cultura alemana (mucho más acostumbrada y tolerante con los veegies) aprendí a respetar su decisión sin cuestionarla, a cocinar pensando en los dos e incluso estuve un mes entero sin carne para probar por mí mismo la experiencia.
    Pero cuando para mí estaba superado, me di cuenta del gran muro que quedaba todavía en España, cada vez que íbamos de visita a Madrid. Mi madre no sabía qué cocinar, mi abuela me preguntaba si mi novia estaba enferma, y mis amigos que por qué, por qué, por qué no le gusta la caaarne.
    Para mí fue una gran lección de tolerancia.
    Yo sigo siendo omnívoro, pero en Alemania es mucho más fácil reducir tu consumo de carne por las opciones que tienes y sobre todo por la aceptación social que hay, así que en ello estoy, al menos reduciendo a mínimos.
    No se si algún día me haré o no vegetariano, pero por lo menos me siento orgulloso de haber vencido mis prejuicios y aceptar otras realidades 🙂

    Por favor, sigue abriéndonos los ojos con tus palabras. Todo esto mola mucho.
    Un abrazo, ReneR

    Responder
    • Anina dice

      9 enero, 2015 a las 12:29

      ¡Hola Rener!

      Me ha encantado tu aportación, tu elocuencia y tu forma de contar las cosas. Me gusta mucho tu forma clara, sencilla y a la vez profunda de abordar temas complejos, ¡deberías tener un blog! (Jijijiji)

      Precisamente tu punto de vista es muy interesante porque has pasado de esa actitud del que trata de rescatar al vegetariano de su incomprensible mundo de mortificación (lol) a quien entiende realmente de qué va el asunto. Gracias a tu chica has culminado el proceso empático para ver desde el punto de vista de un vegetariano que tiene que luchar constantemente con el entorno.

      Yo también me siento muy orgullosa de ti 😀 Y agradezco una vez más el rayo de luz con el que iluminas toda publicación que comentas.

      Aún me queda una receta pendiente de descubrir en http://palabrautil.com/, la tengo en lista de espera para cuando haya terminado con la cortesía que debo a mis honorables invitados.

      ¡Un abrazote muy verde!

      Responder
  2. Rocío del Olmo dice

    7 enero, 2015 a las 22:31

    Hola Anina. Al habla una vegetariana.

    Aunque el respeto a la vida de los animales está entre mis valores, dejé de comer carne más bien por preservar mi salud. Había leído demasiado y tomé la decisión de tomar responsabilidad de mi propia salud a largo plazo. Al principio me hice vegana. Nada de cosas que tengan que ver con animales. Luego eso fue variando un poco. Es imposible salir a comer fuera y comer a gusto siendo vegana. Bufff… como tú dices, la culpa era continua, y lo sigue siendo. Elección de restaurantes, menús imposibles, volver a amigos y familiares locos por no saber qué preparar para comer… acabé por seguir comiendo pescado y aceptar el huevo. En cuanto a la leche y al queso, están fuera de mi dieta, pero he tenido que hacer muchas excepciones cuando salgo fuera.

    A parte de estar continuamente explicando mis decisiones, como tú dices, me he encontrado con la situación de que no sólo no se respeta si no que te indican lo mal que estás haciéndolo, diciéndote que si comes pescado o huevo no eres una “vegana del todo”, juzgando mis hábitos alimenticios, cuando en ningún momento he juzgado yo los de nadie.

    Si dices que eres vegetariana, pero que tampoco tomas lácteos. Te preguntan “¿entonces eres vegetariana o vegana?” vuelta otra vez a las explicaciones. Hay una necesidad de querer encasillarte con una etiqueta. Y ahora resulta que no estoy en ninguna, que mis decisiones alimenticias no encajan y nadie sabe dónde meterme… porque si no estás metida en una casilla, no estás haciéndolo bien, no estás “siendo coherente”. Vuelta a los juicios…

    En fin, sigo intentando defender mis hábitos, y luchando contra mi sentimiento de culpabilidad. Pero en españa cuesta, vaya si cuesta… Y cansa.

    Un saludo desde Valencia, Anina.

    Responder
    • Anina dice

      9 enero, 2015 a las 12:53

      ¡Hola Roci!

      Qué sorpresa, ¡no sabía que también fueras una de esas “zumbadas que come raro”, jajaja. Tienes muchísima razón en lo que dices, y es algo en lo que incluso vegetarian@s y vegan@s incurrimos… en juzgar a quienes se salen de nuestro propio patrón e incluyen en su dieta cosas que no corresponden con lo que convencionalmente entendemos que deben figurar en ella.

      Podemos no darnos cuenta de que nos estamos comportando de la misma forma intolerante en que otros nos tratan y también es muy importante no caer en ello. Hace poco mi hermana me comentaba que quería hacerse vegetariana, pero que no sabía si sería capaz. Que había algunas cosas a las que no creía que pudiese renunciar y le hice exactamente la misma sugerencia que tú describes respecto a tu dieta. Diséñala a tu manera: come lo que quieras y deja de comer lo que te provoca conflictos, sin más…

      Soy de las que opina que es mejor dar pasos más cortos que un gran salto para el que no sabes si estás preparad@, que hay balance de grises y no sólo blanco o negro. Todos tenemos nuestras contradicciones y la coherencia total es imposible tal como está montado este chiringuito que tenemos como sociedad. Pero siempre es mejor hacer algo que no hacer nada.

      Mucho ánimo y fuerza para seguir luchando por tu derecho a comer como te dé la real gana.

      Y un abrazo muy fuerte.

      Responder
  3. Juan Núñez dice

    8 enero, 2015 a las 11:34

    Como recordarás que te conté cuando nos conocimos en persona, hace ya unos años yo también seguí una dieta vegetariana durante 6 meses, y lo hice por básicamente dos motivos: éticos y de salud.

    Por entonces tenía bastantes problemas estomacales (ERGE, principio de hernia de hiato), y decidí que tenía que probar una forma diferente de alimentarme, además de que también había abierto “la puerta” (y los ojos) a la trastienda de los horrores en que se ha convertido la industria alimentaria, lo que me hizo optar por la dieta vegetariana, con la que quizá podía satisfacer mi necesidad de mejorar mi salud, y mi paz mental.

    En seis meses sólo hice dos pequeñas excepciones y mis problemas de estómago mejoraron mucho, pero tuve que enfrentarme a todas y cada una de las situaciones que mencionas, y lo tuve que hacer completamente solo y en una ciudad con cero opciones vegetarianas, con lo que el esfuerzo fue considerable, y al mismo tiempo que mi aislamiento social crecía, mi debilidad también se incrementaba, minando así mi determinación.

    Poco a poco las excepciones fueron haciéndose más frecuentes, y el hecho de que mi salud no se resintiera, y la recompensa de salir de mi aislamiento (y también la comodidad), fueron los mayores incentivos que hicieron que abandonara la alimentación vegetariana, y cerrara “la puerta” de nuevo (aunque, como dices, una vez abierta, nunca se cierra de nuevo totalmente).

    Si bien ahora como de todo, desde que pasé por la experiencia como mucha menos carne, y mi dieta es infinitamente más “verde”, además de que no pierdo la oportunidad de experimentar todo tipo de platos vegetarianos cuando la compañía y el lugar lo permiten, como bien pudiste comprobar 🙂

    Creo que a la hora de llevar a buen puerto un cambio tan importante como este, no solo la convicción es fundamental, sino también lo son las circunstancias que nos rodean, como el lugar en que vivimos (que nos da opciones), y el tener a alguien que nos apoye y acompañe en el proceso (poder rodearte de personas que te refuercen, y no al contrario).

    En mi caso solo contaba con mi determinación, y a la larga pude comprobar que no fue suficiente, pero aún así no lo considero como un fracaso, porque fue un proceso en el que investigué y aprendí mucho sobre la comida, sobre mí y sobre las relaciones, y estoy seguro de que eso me está sirviendo ahora, y también me va a servir en el futuro para cualquier nuevo reto o propósito.

    Y mira por dónde, ayer noche me topé en Lugo con un chico vegetariano con el que traté de conversar sobre este tema, pero (él) estaba demasiado borracho y me resultó imposible, sobretodo cuando se “enrocó” con el asunto de los colmillos de los elefantes :p

    ¡Otra vez será!

    Genial artículo, como de costumbre.

    ¡Un abrazo!

    Responder
    • Anina dice

      9 enero, 2015 a las 14:55

      ¡Hola Juan!

      Jajajaja, ¡es que lo de los colmillos de elefante está fatal! 😀 Mi punto de vista ya lo conoces, pero podemos conversar de ello, borrachos o sobrios cuantas veces quieras.

      Gran comentario, como de costumbre… 🙂 Siempre aportando más valor, experiencia y una perspectiva única. Comprendo perfectamente tu intento fallido y reconozco que yo siempre tuve a mi lado a Pablo y algun@s amig@s más para compartir esas cosas que se hacen tan cuesta arriba sobre todo al principio. Es posible que, de haberlo intentado como tú, sin apoyos de ningún tipo, yo tampoco hubiera conseguido llegar al punto donde estoy hoy (en el que ya me siento capaz de prescindir de tales apoyos, sé negociar con los restaurantes y me manejo mejor gastando menos energía).

      Pablo sin embargo, que como sabes es un tipo muy cabezón (jjajaja, espero que no lo lea), se enfrentó a ello en unas condiciones muy malas, similares a las tuyas. Tuvo que pasarse del veganismo al vegetarianismo tras varios años, puesto que había situaciones en las que la dificultad para alimentarse se hacía insostenible. Por ejemplo, en los casos de rescates en la montaña, cuando tenían que comer en algún pueblo recóndito donde se estuviera realizando la búsqueda y acababa comiendo solamente pan porque no tenían nada más que ofrecerle (además de mirarle como si estuviera chalado).

      Obviamente no es lo mismo intentar hacerte vegetariano en Asturias que en Barcelona, en Lugo que en Granada o en Astorga que en Madrid.

      Ahora lleva 10 años siendo vegetariano y, si no hubiera sido por él, probablemente yo hubiese cedido a la presión social, pero su gran experiencia y su apoyo fueron impagables. Ojalá algún día yo pueda ser para otra persona ese gran apoyo que él fue para mí.

      En cualquier caso y mientras hayamos aprendido, crecido y experimentado cambios positivos en el proceso, nunca habrá sido una pérdida de tiempo.

      ¡Un abrazooo!

      Responder
  4. Diana Garcés dice

    9 enero, 2015 a las 15:10

    Hola Ani, te cuento que mi pareja lleva un par de años siendo vegetariana. Su filosofía es diferente a la tuya, pero al final es lo mismo: Respetar la vida de todos (animales incluidos). Él empezó suavemente y hoy en día está dejando cada vez más la comida de mar.

    Yo por mi parte no me uní a él en su momento, porque soy del pensar que cada persona tiene que vivirlo cuando lo crea conveniente.

    Sin embargo, gracias a él, mi consumo de carne bajó bastante, tanto así que ya no consumía carne de cerdo y solamente una vez cada tres meses la carne de res. En cuanto a la carne de pollo la dejé, porque en España realmente sabe muy mal. Sin embargo, empecé a comer mucha comida de mar.

    Todo cambió cuando empezamos nuestro viaje por Asia en 2013, en ese momento dejé completamente la carne roja y desde entonces llevo, un año y medio, sin consumir este tipo de carne. La verdad no me ha hecho falta y aunque aquí (en Colombia) mi familia es bien carnívora, hemos podido convivir bien.

    No soy de convencer a nadie. Ni de intentar hacerles cambiar sus opiniones, ni sus puntos de vista. Así como conmigo no lo hicieron, no espero hacerlo con nadie. Soy del pensar que cada quien debe encontrar su camino y hacer aquello que le hace feliz.

    Eso sí, si me preguntan por qué no como carne, mi respuesta es muy sencilla: porque no quiero. No es un tema religioso, no es por proteger a los animales. Es sencillamente porque me hace sentir bien y creo que si quieres generar un cambio, debes empezar por ti mismo.

    Un gran abrazo guapa y muchas felicidades por tus logros y convicciones 🙂

    Responder
    • Anina dice

      9 enero, 2015 a las 21:01

      ¡Hola Dianita!

      Qué alegría tenerte por aquí. me ha gustado mucho que compartas conmigo tu historia y la de tu pareja. Has aportado una dosis extra de valor al post dando a entender que, igual que cada uno tiene sus propias razones, tiene también sus propios ritmos.

      Mi caso fue parecido al tuyo: aunque ya había convivido antes con vegetarian@s, no me decidí a probar hasta que me sentí preparada. Tienes mucha razón en cada persona debe vivirlo cuando cree conveniente: sobre todo porque esto es algo que tienes que hacer única y exclusivamente por ti, no por nadie más. De lo contrario, no funciona.

      Me ha gustado mucho tu comentario: positivo, tolerante y muy sabio. ¡Gracias por compartirlo!

      Un abrazo muuuy grande y mucho cariño y energía.

      Responder
  5. LUZ CELESTE dice

    22 abril, 2015 a las 00:38

    Hola, es tan notorio que en el mundo falta respeto y tolerancia, tengo 12 años siendo vegetariana, y he escuchado de todo, personas que te cuestionan que te juzgan y simplemente les digo “Yo no te juzgo por comer carne ni te cuestiono, ¿porqué crees que tu puedes hacerlo conmigo?” y finalizo con un “ese es el modo en que veo mi responsabilidad con la vida”
    Me considero respetuosa de las ideas de los demás, no hago comentarios sobre los omnivoros en reuniones ni nada de ello pero si he recibido comentarios agresivos.
    Finalmente cada quién hace lo que le parece bien y yo trato de ser congruente con mi filosofía, aunque también soy consciente que para ser totalmente congruente tendría que vivir sola en el bosque y desnuda o algo así porque finalmente las personas que hacen cosas que consumo pueden ser omnívoras.. en fin.. cuando uno lo piensa es realmente difícil pero comparto la opinión que “es nuestra aportación para hacer el mundo mejor” y yo también soy inmensamente feliz siendo vegetariana y soy más feliz cuando las personas que me rodean que sí respetan tienen atenciones conmigo como, invitarme a comer a su casa y siempre tener un menú especial para mí 😀

    Responder
    • Anina dice

      2 mayo, 2015 a las 13:36

      ¡Hola, Luz!

      Qué bonito nombre y que brillante 🙂 Creo que no hay ninguna persona en el mundo que, habiendo cambiado su dieta por otra diferente a la que culturalmente le corresponde, no haya sido cuestionada, criticada e incluso atacada.

      La coherencia total con los principios éticos es imposible en este mundo en que vivimos. Pero la cuestión está en involucrarse en mayor o menor medida en aquellas cosas en las que nos sea posible: tratando de ser consumidores responsables, desmarcándonos de aquellas cosas de las que hemos adquirido una mayor conciencia…

      Es como decir que para Mejorar un poco el mundo, es mejor no mejorarlo nada; no tiene sentido. Es la posición cómoda y la forma de sentirse más en paz por no estar haciendo ningún esfuerzo.

      Yo, por la parte que me toca, pienso seguir intentando mejorarlo con pequeños grandes gestos.

      ¡Muchas gracias por compartir tu experiencia y un gran abrazo!

      Responder
  6. Maria dice

    12 julio, 2015 a las 18:23

    Hola anina, soy Maria y he quedadouy a gusto con tu articulo, llevo dos semana sin comer carne, empiezo un viaje a mi intetior y es uno de los printer s para avanzar, nesito sera facil, avanzarpersonas como tu aparecen el camino para guapiarn ke nos atrevemcamino vivir de una forma distinta basada en el respekemosdistintato inspirarnosul otro, gracias por inspirarnos..un abrazo

    Responder
  7. yo dice

    15 septiembre, 2015 a las 22:55

    Pues yo no soy vegetariano y me he sentido atacado por familia q si lo eran y me dieron de lado por comer carne. Creo q todos debemos respetarnos yo jamas dije ningun comentario negativo pero me rechazaron x comer carne. No entiendo lo de la carne roja xq los pollos conejos y peces tambien sufren y para mi opinion tienen el mismo derecho aunque puedo entender q algunos animales causen mas empatia q otros

    Responder
  8. yo dice

    15 septiembre, 2015 a las 23:34

    Porque no salen comentarios?

    Responder
  9. yo dice

    17 septiembre, 2015 a las 15:15

    Vale no publiqueis mi comentario ignorarme x No ser vegetariano igual q hizo ni familia. Y luego pedis buen trato cuando vosotros no nos lo dais a los q somos diferentes

    Responder
    • Fabián dice

      2 septiembre, 2017 a las 20:37

      Disculpanos por hacerte sentir mal, espero puedas disculpar a las personas que te ignoran por comer carne. Espero que si querias una disculpa de un vegetariano, haya saciado tu sed de que pidamos disculpa.
      Yo no te cuestiono por comer carne, y quizás no sea el problema las personas vegetarianas, sino que tu mismo interior el que se siente mal.

      Responder
  10. Maria dice

    19 septiembre, 2015 a las 01:22

    Primero conocí de pasada por las redes Facebook a un chico pedaleando por rett. Y me mereció respeto y admiración. Luego vi que volvía a las andadas, y pensé guay. Pero hoy insomne y acatarrada he visto más y he llegado a ti. Y os he seguido la pista con algo de retraso, hasta el cabo norte, y ahora aquí estoy. Lo uno llevó a lo otro…
    No soy vegetariana, nunca me lo he planteado seriamente, me gusta comer carne. Y prefiero no pensar mucho más allá. Buffff. Porque en realidad si lo hago….

    No como caza, ni conejo, ni lechón, no comí cordero durante muchos años los vi tomando biberón…. ahora en navidad si lo ponen lo pruebo un poco, pero no lo compro. Compro huevos de gallinas camperas, aunque no termino de fiarme del todo….

    Tengo un niño pequeño y le gustan ciertos sitios donde regalan muñequinos con el menú. Hemos ido, pero ya no vamos.

    No soy vegetariana y dudo que lo llegue a ser nunca. Pero no se me ocurriría desanimar a aquel que lo quiera ser, juzgar, o poner pegas. Porque en el fondo lo entiendo.

    Sigo leyendo. Hasta luego.

    Responder
  11. Valeria dice

    26 noviembre, 2015 a las 09:46

    Hola!

    Me encanta cada una de tus palabras, soy de Ecuador, nuestra población en su dieta diaria consumen mucha carne (incluso en sopas y hasta ensaladas incluyen algo derivado de los animales), me es un poco frustrante ya que yo he tomado la decisión de ser vegetariana.

    Creo que hay muchas razones para hacerlo, por salud y mucho más respeto por los animales, solo de pensar el sufrimiento que pasan sólo para que terminen convertidos en filete en perchas de un supermercado para satisfacer meros paladares, es más que indignante.

    Mi comienzo: Lo hago a mi ritmo, no estoy consumiendo carne de res, tampoco de cerdo, por ahora aún como carne pollo y pescado. La carne pollo pienso dejarla el siguiente año aunque el pescado no del todo.

    Creo que en esta transición un debe informarse bien ya que se puede obtener todo lo que necesita el organismo del ser humano y estar bien alimentado sin necesidad de consumir carne, me he ido informando y lo único que no puedes obtener del vegetal en cantidades adecuadas para nuestro organismo en la vitamina B 12, pero la puedes suplir con suplementos.

    Para hacer la transición yo aconsejo hacerse exámenes médicos e ir a un nutricionista, es una manera saludable e informarse bien.

    Con respecto a lo que diga el resto: Oídos sordos, uno tiene que hacer lo que dicta el corazón, no te estás atentando contra tu salud y tampoco le estas haciendo daño al resto, así que sobran explicaciones.

    Saludos,

    Valeria

    Responder
  12. Cristina dice

    2 diciembre, 2015 a las 12:07

    Hola a todos!
    me he sentido totalmente identificada en tu artículo, es genial, es exactamente como me gustaría expresarme cuando tengo que dar las consabidas explicaciones a mis, también, cuatro años como vegetariana… mi motivación son los animales, no la salud.
    Me hice vegetariana porque siempre he sufrido viendo animales en los camiones, yendo al matadero, viendo imágenes de corridas de toros y cosas similares, y un día una chica encantadora me ofreció un pequeño folleto sobre el vegetarianismo en plena calle, lo leí…. y en mi cerebro algo despertó. Lo vi tan lógico y estaba tan de acuerdo con todo, que tomé la decisión de probar el cambio. Pensé que sólo era algo que me atañe a mi, que no molesta a nadie, y además, con 40 años y toda una vida de omnívora a mis espaldas, jamás se me ocurriría ser de las que no respeta a los demás y se pasa las reuniones dando la vara intentando convencer a los demás de que me secunden. Creo que cada uno tiene que encontrar su camino y evolucionar a su ritmo. Si me preguntan, respondo, lógicamente, pero intento respetar al que es como yo era hace tan pocos años.
    Pues tengo que deciros que, si he llegado hasta este blog tuyo, es porque estoy agotada, al borde del abandono… estos cuatro años están siendo un calvario.
    Mi familia más directa son comprensivos, menos mal, hay algún tirito en plan “la rarita de la familia”, pero es llevadero……pero mi marido es otra historia. No pasa un fin de semana sin que me reproche mi decisión. Las frases que más me dice son: “y dónde cenamos? porque con lo que tú comes, no se puede ir a ningún sitio…”, “cuándo vuelves a ser normal?”, “tengo que repetírtelo cada vez porque es lo que se hace para ayudar a las personas que se equivocan en sus decisiones, como tú….los vegetarianos estáis equivocados” “anda que, si llegara un cataclismo y tuvieras que comer de todo…” Y la más dolorosa, este mismo fin de semana: ” Pues tan sano no será ser vegetariano, sólo tienes que mirar tus fotos antes y después”…
    En fin. Me sentí insultada, la verdad… madrugo mucho y trabajo todo el día, es normal tener cara de cansancio, los años no perdonan, pero él lo achaca a mi alimentación, como si comer carne rejuveneciera….
    También he notado que está más intolerante y susceptible conmigo, parece que esto le supera, hasta se burla de mi si le echo comida a los gorriones de mi patio o si me preocupo por mis dos gatas más de lo que él considera normal para con las mascotas… antes no era tan duro conmigo, ni con ellas.
    Es tan triste ver que mi propia pareja, al que quiero muchísimo, no me respeta… he intentado expresarle cómo me siento, decirle que necesito su apoyo, no que comparta mi forma de pensar, sólo que no me ataque….pero así llevo ya cuatro años y es totalmente inútil.
    Su familia es de Madrid y las Navidades, cuando vamos, son tremendas, siempre llaman a mi marido para ver qué ponerme de comer, si “ensalada o queso”…
    Y en mi trabajo se burlan abiertamente, ridiculizan mis argumentos, de modo que me siento terriblemente sola, he llegado a buscar información en artículos de todo tipo, científicos, animalistas, veganos, médicos… para ver si es verdad que estoy equivocada yo, pero sólo he conseguido saturarme más, tengo tal angustia vital, tal sensación de ahogo, que no encuentro la salida….me estoy deprimiendo y lloro casi por cualquier cosa… cuando yo he sido siempre la persona más optimista y alegre de este mundo…

    Perdonad el tostón……Sólo necesitaba un grupo amable que me hiciera sentir escuchada y que no estoy tan sola, cosa que os agradezco de corazón.
    Recibid un cariñoso saludo.

    Responder
    • Maria barrios dice

      18 diciembre, 2015 a las 02:58

      Hola Cristina, hace 6 meses que me hice vegetariana; y la verdad fue algo parecido a t proceso, me llegó y nunca las cosas volvieron hacer igual, fue como el despertar de la fuerza, jajajjaja,.
      Pero entrando en materia quisiera decirte que no te tienes que justificarse ante nadie por obrar de manera ética y misericordiosa con los animales.
      Si las personas más allegadas a todos no lo entienden estás en el lugar equivocado; una manera que uso cuando me increpan es devolviendo la pregunta.
      Así desaparece un pokito la tensión. Digo que soy grande y que puedo tomar mis propias decisiones sin necesidad convencer a nadie.
      Ser vegetariano es una opción de vida que debe llenarnos de fuerza y bondad y es la necesidad de sacar de nuestra vida todo lo tóxico , en alimento, cómo en personas, mucho ánimo y que la fuerza de los animales te acompañe, un abrazo

      Responder
      • Cristina dice

        18 diciembre, 2015 a las 10:14

        Muchas gracias por tu amabilidad, María, me da fuerzas para seguir adelante. Un abrazo para ti también!!!!

        Responder
    • patricio dice

      13 enero, 2017 a las 08:27

      hola es la primera vez que contesto en un foro yo tambien entre para sentirme aceptado y que no soy el unico bicho raro el consejo que te doy es que te hagas respetar las mujeres tienen ese don de la persuacion mas desarrollado una cosa es ser vegetariano y otra muy distinta es ser debil asi que no dejes que se confundan contigo que un miu africano puede darle una paliza a cualquier leon cuando quiera y es que en esta sociedad es dificil pensar diferente pero nunca calles ante lo que crees correcto la proxima vez que tu esposo te diga eso de las fotos tu dile que se mire el tambien que la gravedad es para todos …continua siendo feliz con tu decision saludos

      Responder
  13. Pilar Scmith dice

    30 diciembre, 2015 a las 04:27

    Hola en mi caso quisiera saber como hago para cocinarle a mi hija siendo vegetariana en el tiempo que ella no ha estado a mi lado que Ps hace muy poco empecé este proceso,pero en unos meses volvera y ella todavía esta una edad muy pequeña tiene 7 años, quisiera mas que un consejo una forma de convivencia porque Ps no me nace ya cocinar carne que debo hacer por favor ayuda..!!!

    Responder
  14. Freya dice

    25 febrero, 2016 a las 22:37

    Yo he vuelto a comer carne, me daba culpa pero ya cada vez menos.
    Necesito ingerir x cantidad de proteína en mis entrenamientos y no puedo con batidos de proteína de soja, tofu y demás imposible, hice las cuentas y tendría que estar comiendo todo el día y francamente no puedo me da un poco de asco la comida.
    Ahora sólo como pechuga de pollo y lo demás igual que antes, cosas verdes, tofu, humus, arroz, frutas.
    Una vez vi a una vecina matar una gallina y no sé, diferente es matar una vaca y cortarle todo ese cuello, a una gallina le daba un hachazo en el cuello y ya está.
    Tampoco son animales tan inteligentes como un loro o algo por el estilo.

    Carne roja no consumo porque con esos animales no puedo y pescado nunca pude comer me daba asco es genético XD.

    Si soy mala! Por mi culpa mueren pollos, pero bueno peor es lo que les hacen a los pollos en la industria del huevo!
    Yo quiero pechugas de pollo que correteen por el campo.

    Responder
  15. María dice

    8 abril, 2016 a las 17:52

    Mira, yo no soy vegetariana, pero soy “especial” con la comida. No tomo alimentos procesados, ni piso un lugar de comida rápida, me dan asco las fritangas y no pruebo la azúcar ni la mayoría de los cereales, salvo el pan que me hago yo en mi casa y procuro que todo lo que haya en mi despensa y mi frigorífico proceda de agricultura ecológica. Soy objeto constante de críticas y burlas, en su mayoría inocentes, así que no me preocupan. Yo digo “soy ortoréxica, que le vamos a hacer” y punto. También me es difícil comer fuera, pero procura elegir cosas simples del menú y preguntar por todos los ingredientes. Pero lo elijo yo y tengo que ser consecuente con lo que elijo, que me procura dificultades pero satisfacciones como sentirme bien con mi cuerpo, no ya estéticamente, que también, sino físicamente, porque son alimentos que me sientan mejor que los otros, también anímicamente. Y no soy celíaca ni tengo ninguna alergia ni intolerancia, simplemente es la alimentación que yo he elegido.

    Responder
  16. Vanessa dice

    30 abril, 2016 a las 21:22

    Hola Anina! no sabes como me has ayudado con esta entrada en tu Blog. Acababa de tener una pelea un poco difícil con mi familia por mi elección de ser vegetariana, querían hacerme dudar de mi elección yme hicieron sentir culpable por no comer con ellos, pero tus palabras me ayudaron muchísimo . Quisiera que entendieran que esto no es una moda , que para mi es una bandera de lucha frente a un sistema que mata sin piedad a los seres mas debiles y cuando comemos carne perpetramos esta crueldad y somos cómplices. Me mató cuando digiste que uno decide si abre los ojos o permanece ciega, y realmente creo que optar por una dieta vegetariana y luchar contra el placer del paladar es una de las cosas más valientes que uno puede hacer por ellos. Gracias por los ánimos que me has dado sin saberlo ! sigue iluminando Anina. un abrazo, Vanessa

    Responder
  17. Malka dice

    2 mayo, 2016 a las 21:55

    ¡ Holaaa !
    pues yo hace un mes que intento esto de ser vegetariana… quiero que se convierta en mi alimentación pero tenro miedo de hacerlo mal o comenzar a sentirme como dices de “culpable” … pues quiero que me ayudes y me des consejos para no rendirme y que no se me hace dificil… yo lo unico animal que como es huevo y cosas lacteas jaja
    comencé con esto ya que pensé que sería mas saludable y me informe bastante (o eso creo jaja) y dos compañeras me terminaron de convencer

    Responder
  18. Rodrigo Moreira dice

    12 junio, 2016 a las 18:11

    Hola Ani!
    Con mi novia ya hace dos años que no comemos carne ni derivados de ella, es decir, somos vegetarianos. Y como tú dices, no nos metemos en la alimentación de otros, sin embargo sí nos molesta el maltrato animal.
    Eso no significa que no pueda estar con un cazador al lado y charlar con él de igual a igual sin sentir necesidad de golpearlo, de hecho tengo un compañero de habitación en el lugar donde estoy terminando mi carrera que es cazador y no puede vivir sin comer carne. Intento cambiar su mente? no, no creo que pueda tampoco puesto que en mi país, Uruguay, la carne es parte vital de la dieta, y digo vital porque cuando les pregunto porqué comen carne me responden “porque sino me muero”, cosa que me causa mucha gracia. Yo no como carne y sí, soy vegetariano, y lo digo con orgullo, simplemente porque ser distinto es una cuestión importante para sentirse orgulloso de uno mismo en un mundo tan homogéneo.
    Así que te doy mi apoyo para que continúes con tu vegetarianismo! nosotros en nuestro país no hemos logrado grandes avances, pero sí hemos hecho razonar a algunas personas de que la carne como la ingerimos hoy en día es poco saludable, y sobre todo, si no la comes, no apoyas el asesinato innecesario de ciertas especies animales.
    Con respecto al consumo de ganado bovino (vacas), pollos, y pescado, es poco lo que podemos hacer, puesto que son criados con ese fin. Sin embargo, intentamos detener la caza, que de hecho es ilegal aquí, de Carpinchos, zorros, pumas (prácticamente no hay en estado salvaje en Uruguay) y otros animales salvajes que innecesariamente son aniquilados. Es triste, pero en mi país la fauna autóctona está en peligro de extinción, y el gobierno hace poco por recuperarla.
    Pero bueno, un granito de arena ayuda a la formación de una montaña más sólida.
    Así que te mando un abrazo grande y espero que mucha gente comience a pensar en su dieta alimenticia, no por cuidado animal solamente, sino por la salud propia de cada quien.
    Roko

    Responder
    • Josean dice

      23 junio, 2016 a las 09:26

      Desde lo más profundo del corazón, la sabiduría va ganando terreno a la profunda ignorancia en la que se halla sumido el ser humano. Nuestra mente se transforma en cada instante de esta “Preciosa existencia humana” que poseemos, y que muchos otros seres desperderdician neciamente.
      Oxígeno, agua y alimento son las tres fuentes de “vida” , primordiales de nuestra especie en el planeta Tierra.
      El aferramiento propio que ha demostrado el ser humano a lo largo de la historia, ha contribuido a incrementar uno de sus peores males internos : el EGO.
      De esta forma tan ignorante , ha contaminado estas tres fuentes de vida primordiales para “TODOS SERES SINTIENTES”.
      Su deseo incontrolable no tiene parangón.
      Sabiduría y compasión son las dos alas que debería desplegar una mente virtuosa. La una sin la otra, hace muy difícil una comprensión en terrenos tan sutiles como la “ALIMENTACIÓN HUMANA”.
      Deseo desde lo más profundo de mi corazón:
      – Qué todos los seres sean felices.
      – Qué todos, los seres se liberen del sufrimiento.
      – Qué nadie sea desposeído de su felicidad
      – Qué todos los seres logren ecuanimidad, libre se odio y apego.

      Gracias

      Responder
  19. Loli dice

    8 agosto, 2016 a las 12:48

    Hola! Me gustan muchos tus posts..
    Te cuento que he llegado a tu blog buscando informacion sobre el tema de vegetarianismo.
    Hace dos semanas que decidi no comer carne, y me siento super feliz con mi nueva vida. Porque eso es lo que siento, que desde ese dia que me decidi a no comer mas carne soy otra persona.
    Me informo sobre lo que ingresa a mi cuerpo, y he aprendido a cocinar de manera rica y saludable.
    Soy muy feliz con mi nueva vida, pero no logro superar la culpa de haber comido carne tantos años, casi todos los dias se me caen las lagrimas pensando todo lo que estuve comiendo toda mi vida y me hace sentir muy mal.
    No se si tenes algun consejo para mi o si has experimentado los mismos sentimientos.
    Me encanta tu blog, beso grande!

    Responder
  20. Patri dice

    28 agosto, 2016 a las 15:18

    ¡Hola guapa!

    Me ha encantado el post.
    Hace un año y medio que decidí eliminar la carne,lácteos y derivados de mi dieta. ¿el motivo? Salud y ética. Sigo consumiendo marisco y pescado y huevos que le compro a un vecino que tiene terreno y un montón de gallinas super mimadas y bien cuidadas.

    Durante todo este tiempo he tenido que aguantar de todo….que si voy a caer enferma (ahora aguanto correr 5 km sin problemas y antes me costaba la vida)….incluso insultos. Cuando me preguntan porque no como carne digo la verdad,sin rodeos,como tu bien has dicho una vez que abres la puerta ya no hay marcha atrás.
    Cuando amigos me dicen que esos “bichos” no sienten ni padecen y que están aquí para el disfrute de nuestro paladar me pongo enferma, hasta tal punto que los mando a la mierda literalmente.

    A mi si no me preguntan no digo nada y respeto la alimentación que todo el mundo quiera llevar,pero si me preguntas,te contesto dando buenos argumentos y si veo que importa una mierda y encima me atacan…….ahí ya saco las uñas.

    Estoy harta de tener que justificar el porque como una cosa y no otra,es simplemente es mi elección,yo me siento feliz y no hago daño a nadie,aporto mi granito de arena para hacer de este mundo,un mundo mejor.

    Anoche fui a cenar a casa de mi madre y hermana y yo me llevé mi sushi de pepino que me encanta y ellas venían de un barbacoa y pusieron en la mesa todo lo que había sobrado…chorizo,butifarra…etc. No puedo evitar al ver un trozo de carne ver también al animal y todo el sufrimiento que ha tenido para acabar en un estómago.
    Me entristece……y me cabrea.

    Simplemente quería desahogarme un poco ya que en muchas ocasiones me siento incomprendida.

    Un besazo enorme!!!!!!!!

    Responder
  21. Gonzalo Morales dice

    3 abril, 2017 a las 18:32

    Hola

    Te escribo desde Chile para primero darte las gracias por compartir tu experiencia, me resulta alentadora en este momento donde justamente estaba pensando bajarme de este carro que abordé hace ya 6 meses.

    Mi opción es la de ser Ovo-Lacto Vegetariano y lo hago netamente por mi respeto a la vida de todo ser en este planeta. Siempre fue desagradable ese momento de ir a la cocina y ponerme frente a un cadaver, el cual tenía que trozar y preparar de manera que pareciese un alimento delicioso. Al igual que tú evitaba ver cualquier tipo de documental que me mostrara la realidad de la industria de la carne y aún lo hago, porque era y soy consciente de lo que sucede allí. Prefería comprar la carne en supermercados porque es donde mejor presentada está, así me era más fácil ignorar la crueldad implicada. Rehuía a toda costa las carnicerias, me descomponían esas visitas.

    Comencé primero probando recetas vegetarianas de internet y me parecieron muy ricas, ayudo bastante el hecho de que a pesar de ser pobres con mi madre, nunca faltaron en la mesa grandes porciones de vegetales. Suelo ser bastante drástico en mis decisiones y así como un día dejé el “pucho”(cigarro), elimimé también el consumo de animales en mi dieta. Leí algunos artículos donde sugería hacerlo de a poco pero las cosas de esa manera no me resultan, necesito sentir el cambio de forma brusca para no retroceder.

    No debía ser muy difícil, según mis investigaciones todo se reducía a reemplazar la carne por: Frutos secos, carne vegetal, huevos, cereales y legumbres. A diferencia de lo que comentas mi problemática no tiene que ver con lo social, acá en mi país en casi todos los restaurantes venden papas fritas o en su defecto un plato lleno de ensaladas, ambas me encantan. Por ende no me he privado de ir a ninguna parte pero si he comenzado a tener dudas respecto de mi bienestar físico y la relación con esta nueva forma de alimentación que asumí.

    Como ya te comentaba, llevo casi seis meses desde el cambio y en los últimos dos me la paso con sueño, estoy más vulnerable a los resfriados y virus en general, también he perdido algo de peso. Lo que me queda por hacer es ir a un nutricionista y confirmar si tiene algo que ver mi condición de vegetariano con mi estado de salud. En caso de ser así, obviamente quedo en libertad de acatar lo que me diga este “profesional” de la salud o seguir fiel a mi sentir y compromiso. Me encantaría que me dieras un consejo u opinión respecto a lo que te comento, aunque sé que a juzgar por lo leído parece que tuviese todo resuelto, jajaja.

    Saludos afectuosos.

    Responder
  22. Daniel Vargas dice

    24 abril, 2017 a las 20:18

    buenas a todos y gracias por el aporte que significa encontrar este foro
    hoy buscaba una razón para justificar mi asco por la carne pensaba que era una exageración,pero me doy cuenta de que es parte del proceso de desintoxicación de nuestro organismo quizá , al día de hoy ya llevo algo mas de un año de vegetariano, al comienzo pensaba esto es por mi salud , pues soy diabetico y en ese tiempo presentaba altos indices, por lo que si no hacia un cambio radical continuaría enfermando cada vez mas y el medico en ese tiempo sospechaba que pronto tendría hipertension.
    así radicalmente deje de comer carne de un día para otro . ahora mis indices están casi normales y nunca me enferme de hipertension, aunque en mi país es difícil ser vegetariano pues las costumbres indican que en todo plato tiene que haber carne,pollo pescados o mariscos. sin embargo últimamente he visto con mucho gusto diversos productos y restaurantes orientados hacia nuestra opción siento que hay un cambio, aun somos pocos los que estamos dispuestos a seguir este camino que nos trae tantas complicaciones sociales que ya anteriormente se han descrito pues en mi familia hasta el día de hoy es un tema . pero tengo fe en que con el tiempo lograran entender y cambiar
    hacia una mejor y mas consciente forma de vida y de sentirse vivo

    Responder
  23. Fernando dice

    27 octubre, 2017 a las 23:04

    Apenas he leido este articulo el cual me parecio muy bueno. Llevo mi segunda semana con mi nuevo regimen alimenticio y es que me esta costando trabajo pero no quiero claudicar. Lleva mas tiempo para mi hacer la comida, mas costoso tambien pero es un compromiso que quiero seguir por mi amor a los animales. Lo mas molesto es tener que escuchar comentarios de otra gente negativos o ir a un lugar y no haya opciones totalmente vegetarianas.

    Responder
  24. jaismar dice

    11 diciembre, 2017 a las 20:53

    Bueno yo soy una chica vamos a decirlo así de 14 años de edad siempre desde pequeña he comido carne por la razón que toda mi familia como carne pero siempre desde pequeña no.me ha gustado comer esas cosas pero lo he tenido que hacer ya que estoy en esta etapa de mi vida decidí ser vegetariana aunque sera dificil porque en mi casa nadie va a querer cocinarme cosas aparte a mi,yo soy scout y me di cuenta de mi decisión en un campamento que tuvimos que matar a un pollo me di cuenta de que en ese momento tuve una decisión bien clara y al leer esto.me estoy dando cuenta que hago lo correcto en ser vegetariana ya que es mi decisión serlo

    Responder
  25. Dana dice

    11 febrero, 2018 a las 15:21

    Maravillosa nota, yo decidí convertirme en vegetariana y estoy pasando por todos inconvenientes y por más q lo explique muchas veces me quieren inducir o se molestan, critican q no quiera comer como lo hacen ellos. La misma industria de alimentos te fuerza a q consumas lo q ellos desean. Pero con fe te como vos o personas q tiene tan buenos comentarios te da más fuerza a continuar

    Responder
  26. Andreé dice

    21 julio, 2020 a las 09:32

    Hace un tiempo pensando en cosas al azar, abrí la puerta que dices y pensé que sería razonable y coherente para mí ser vegetariano pero ese miedo al cambio y a la dificultad que puede llegar a ser el ser vegetariano me hizo dudar y ahora que he llegado a tu blog me he decidido con ello. Gracias.

    Responder
    • Anina dice

      23 julio, 2020 a las 15:41

      Gracias a ti por dejarme este comentario, Andreé; es bonito saber que mi experiencia te ha dado ese pequeño empujón que faltaba. Yo ya hace más de nueve años que tomé la decisión y nunca me he arrepentido. Te felicito y te envío mucha paciencia para lidiar con las preguntas incómodas y las cartas de restaurante 🙂 ¡Un abrazo!

      Responder

Trackbacks

  1. La cara B de la aventura dice:
    9 enero, 2015 a las 05:20

    […] las debilidades de mi economía para acompañar a uno de mis compañeros de piso en su proyecto de vegetariano por necesidad. Es algo que quería probar igualmente, así que ahora es el […]

    Responder
  2. Cuánto cuesta vivir en España dice:
    21 marzo, 2015 a las 01:29

    […] en España empecé a adquirir una dieta mucho más vegetariana. Mis gustos alimentarios empezaron a cambiar. Dejé las carnes y empecé a comer más comida de […]

    Responder
  3. CAMBIAR EL MUNDO DA MUCHA PEREZA | Vive como piensas dice:
    26 abril, 2016 a las 18:40

    […] cuenta de mi vegetarianismo, una vez me dijeron: “Yo no me haría vegetariana porque, de ayudar a alguien, preferiría […]

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Aviso legal
  • Política de privacidad y cookies

Copyright © 2022 · Aspire Pro en Genesis Framework · WordPress · Acceder