Llegas a casa y enciendes la tele, casi antes de hacer ninguna otra cosa. Antes de cambiarte de ropa, antes de abrir la nevera a ver con qué calmas esas ganas de no sabes qué… Y no es que se te quiten viendo por enésima vez un capítulo repetido de cualquier cosa, pero te distrae y casi se te olvidan.
Te colocas el portátil sobre las piernas y lo dejas encenderse mientras vuelves a pensar si te apetece algo. ¿Dulce o salado? No… No es exactamente hambre…
Abres el navegador y entras directamente en Facebook: revisas las notificaciones, recorres el timeline casi sin leer, ni siquiera los titulares que te llaman la atención. Ya lo harás luego. La tele sigue sonando de fondo, ni siquiera la miras.
Continúas el ritual: un vistazo rápido a Twitter, abres el correo electrónico… Tienes varios avisos en la bandeja de entrada, nuevas publicaciones en los blogs que sigues. No los abres pero no los eliminas, te dices que ya los leerás cuando tengas tiempo.
Las ganas de algo siguen ahí, pero ya ni las notas. El móvil se queja, tiene la batería baja. Alargas la mano para cogerlo y enciendes la pantalla: tienes un aviso de whatsapp. No es de la persona que te gustaría: es de uno de esos grupos que no te importan, pero de los que te da palo salirte. Ojeas superficialmente la conversación, hay más de cien mensajes.
El capítulo repetido se acaba y ponen anuncios. Coges el mando a distancia y vas directamente al canal donde sabes que, a estas horas, ponen otra de las series que te gustan. Los capítulos también son repetidos pero, total… no estás prestando atención. Cierras el chat de grupo y abres el que te gustaría que hubiese dado el aviso: miras la hora de conexión, es reciente. Te quedas un rato mirándola y mueves la cabeza hacia los lados, apretando los labios.
Se pone en línea un momento y desaparece.
Bloqueas la pantalla y dejas agonizar la batería.
Te levantas a la cocina e inspeccionas la nevera. No sabes qué te apetece, de qué son esas ganas, pero desde luego de nada de lo que ves.
La cierras y vuelves frente al portátil.
Facebook, Twitter, Pinterest, Google+… Hace mucho que no publicas en Instagram.
…
Empieza otro capítulo repetido.
¿De verdad vas a volver a verlo?
Estoy en mi sofá , no me siento sola , sí , en verdad estoy sola en este momento pero me gusta disfrutar de mi compañía. Busco algo diferente que hacer en mi vida , pero no por estar triste , al contrario , más bien por las ganas que tengo de vivir , a mis 57 años siento la necesidad de hacer algo nuevo , grande… Pero no sé qué , ni donde buscarlo…
Hoy me fui sola paseando , disfrutando de mi barrio , del paisaje ,del buen tiempo , con sol pero fresquito ,como a mí me gusta…solecito pero fresquito , siempre he sido muy calurosa y sigo siendo…
Últimamente tengo ésas ganas de no sé qué… Hacer algo diferente ,me siento fuerte y llena de energía pero ni idea de en qué invertir esa fuerza interna.
Por cierto…es la primera vez que escribo algo sobre mí para que lo lean los demás. Bueno , ni para mí misma he escrito nunca…Pero he encontrado éste sitio y he leído vuestros comentarios y me he dicho , porqué no compartir lo que siento y pienso con los demás… Gracias por compartir y gracias por leerme. Disfrutar mucho , buen día
Maravilloso
Desde hace unos años he tenido rachas en las que dejaba de disfrutar de mis hobbies y la más mínima tarea me quemaba por completo por estar insatisfecho en varios aspectos.
Con el tiempo he ido arreglando algunos aspectos y estas rachas son más cortas normalmente, de una tarde. Pero en estos momentos estoy hundido en una racha y ya han pasado 6 días, afortunadamente estoy saliendo y creo que en cuanto duerma estaré mejor. Escribo este comentario para compartir el arma más poderosa de este mundo cuando nos encontramos de esta manera… es el amor que puedes te puedes transmitir a ti mismo. Puede que ayer, hoy y mañana estés insatisfecho, pero el simple hecho de poner los pies en tierra y echar a andar con la cabeza alta a ver que el mundo está lleno de experiencias esperándote. En mi caso salir a ver el atardecer en el puerto de Málaga es una de las rutas que más me ayudan, aquí explicó el por qué:
Pienso que la principal razón de la depresión o faceta que estoy superando está relacionada con la inseguridad en mi mismo, en las demás personas y el hecho de no tener amigos. Hace tres años corté con mi expareja por diversos motivos (fue una buena decisión, aunque en parte amaba a esa persona, no era la misma a la que había conocido). Fue doloroso y además mi grupo de amigos eran amigos intimos de mi expareja, con el tiempo dejaron de hablarme y me quedé solo. Esa persona que te gustaría que te hablase cuando suena el celular en mi caso ya no lo va a hacer nunca más por la misma razón… así que se podría decir que fué una doble pérdida amorosa con el tiempo: cada vez que me siento mal, salgo a andar por el puerto y sí, me siento aún peor. Primero intento ser fuerte y me enojo con mis emociones, después le doy vueltas a las cosas, luego la inseguridad gana fuerza porque en el puerto hay mucha gente y yo ando buscando a alguien con quien compartir, luego me desánimo porque sé probablemente no encuentre a nadie andando solo por la calle y por último llegó a mi destino, me siento a escuchar el mar o alguna canción que intensifique mis emociones… pienso que la mejor manera de superar una racha así es afrontandola y yo cuando salgo y busco a alguien de alguna manera la afrontó, ¿Sabes qué? Cuando me siento ya estoy mucho más relajado y preparado para lo que la vida me proponga. Esta es la 4 vez que escribo algo sobre mi opinión acerca de un tema como este, las otras 3 el mensaje se borró por casualidad y nadie pudo leerlo. Pero no me desanimó, porque yo mismo plasmé mis sentimientos y quién mejor que tú mismo ahí para escucharte y darte un respiro. Es el poder del amor a uno mismo :3
Espero que le sirva a alguien este mensaje, a mí me ha servido!!! Creo que en vez de dormir voy a comer y ponerme a ver una serie, ¡¡Me han entrado ganas!!
Tu sinceridad me ha dejado pasmada Aquí en un rinconcito en un momento me encuentro leyéndote y te imagino en el puerto de malaga Yo hago lo mismo en el de marbella Encuentro mucha gente sola caminando Hay mucha gente sola , con o sin perro Probablemente muchos piensen parecido pero la falta de naturalidad y los prejuicios nos impiden decir hola cómo estás nos tomamos un café…. o algo así En fin me ha gustado leerlo Gracias por tu aporte
Voy a volver a comentar para poder suscribirme bien al blog que me ha gustado y no te digo ánimo porque se lo q se siente por eso me asombro leerte
Y yo que iba leyendo línea tras línea esperando que nos dieras una solución para superar dichos días… Pero luego me he dado cuenta de que, una vez más, yo soy la persona más adecuada para resolver mis propios problemas, conflictos o mis momentos de desidia, como apuntaba Rener.
Es la primera vez que entro en tu página. He llegado a través de un comentario que has dejado en viviralmaximo.net, y he decir que me ha gustado. Escribes realmente bien, debería aprender a hacerlo con la misma soltura, sin atrancarme en expresiones al releerme. Espero que algún día podamos intercambiar ideas de cómo escribir, porque entiendo que lo importante es aprender a sacar lo que uno tiene dentro y expresarlo con la mayor naturalidad, o así es como entiendo yo que debo escribir.
Un saludo,
Sergio
¡Hola, Sergio!
Jajaja, ¡exacto! Esa era la idea. Verlo como si le ocurriese a otra persona y pensar en las sensaciones que te vienen a la mente. Desde una perspectiva en primera persona tal vez sólo sientas aburrimiento, desidia… Pero desde fuera no deja de provocar una cierta tristeza.
Te agradezco muchísimo que hayas decidido invertir parte de tu tiempo aquí conmigo y viniendo desde el blog de Ángel entiendo que tendremos muchas cosas en común 😀 La verdad es que soy un desastre para casi todo, menos para escribir. Es lo que mejor sé hacer. De hecho, tengo en mente crear algunos materiales para ayudar a otras personas a mejorar sus habilidades y hoy me has dado el empujón definitivo para ponerme a ello. También tengo que darte las gracias por eso 🙂
La escritura tiene que servir para proyectar, con la mayor exactitud, lo que te pasa por dentro. Tiene que tener mucho de ti y no ser simplemente un prospecto; reflejar tu carácter, igual que lo hace tu forma de hablar. Siempre digo que es tan importante (o más) la forma de dar el mensaje como el propio mensaje. La forma en la que te expresas es capaz de cambiar todo el contenido y eso es ¡magia! He echado un vistazo a tu blog y no se te da tan mal como crees, jajajaja. (Por cierto, me encanta tu reto, ya te sigo por las redes).
Y cualquier cosa que te apetezca comentarme sobre ese tema (o cualquier otro) será maravillosamente recibida. para mí esto también es feedback, ¿sabes? Comprender qué necesita la gente para la que escribir supone un esfuerzo (mayor o menor).
¡Ya sabes dónde encontrarme! Muchas gracias de nuevo y un abrazo.
Impossible is nothing, ¡¡¡¡vamoooooosssss!!!
Escribir. Totalmente de acuerdo contigo, Sergio y contigo Anina. Yo he escrito desde siempre y ahora, en la década de los treinta me he puesto más enserio con ello. Escribo de todo y a todas horas, leo libros sobre escritura, blogs de escritura, a gente que escribe bien…
Anina, tu escritura es mágica, te transporta y te inspira. ¡Gracias! Te animo a que incluyas en este blog algún artículo, de cuando en cuando (o de cuando en mucho-mejor opción-) o alguna pestañita en el menú que nos invite a escribir contigo.
Hace poco se creó este blog http://www.escribir.me y lo sigo día a día. Es de una chica que viaja y la sigo en su otro blog desde hace años. En él encuentro inspiración y un refugio para sentirme más escritora que nunca.
Si te decides a crear un grupo de “escrituraanyway” o un “escribe como piensas” cuenta conmigo!!!! jijiji
Un abrazo grande y de colores. Disfruta de esta aventura ciclista 😉
A mi también me ha encantado el comentario de Rener!!!
Para bien o para mal, hace tiempo que no siento esa desidia… Demasiadas cosas que hacer y demasiado poco TIEMPO para hacerlas.
Dios mío!!!!! ¿Como puede haber gente continuamente aburrida con la cantidad de opciones que nos da hoy en día la vida?
Creo que muchas veces este comportamiento también puede ser debido a que tenemos tantas cosas que hacer, o que queremos hacer, que nos cuesta priorizar las importantes y perdemos un tiempo precioso perdido en las que no lo son ni de lejos, las que nos entretienen pero ni nos llenan ni nos aportan.
Ves? Leer tu blog no es prioritario pero me entretiene y me aporta, así que en días como hoy me voy poniendo al día mientras espero a mis clientes o que me traigan el te verde como es el caso ahora mismo.
;))
Un beso
Silvia
Cuántos días pedidos en ese querer y no saber qué… Demasiados.. Hoy un chico regalaba abrazos en la calle, un ejemplo de qué hacer en esos momentos de desidia, algo tan simple puede llenar el espíritu cuando parecía vacío, me he quedado con ganas de darle uno. Una cosa más de las miles que pierdo en el camino mientras decido si hacerlas o no hacerlas, maldita cobardía… Gracias a tí lucho cada día por dar pasitos sin tirar la toalla en mi proyecto, hoy por ejemplo necesitaba escuchar ese ¡adelante! que nos gritabas… ¡Gracias!
Hoy es el primer día que por fin veo tu web en pantalla grande.. la de mi ordenador, me encanta, mucho más agustito que en mi móvil, contenido impresionante y aspecto impecable…
Un abrazo y adelante…
¡Hola Lauri!
Muchísimas gracias: me alegro mucho de que la web sea ese lugar tranquilo y acogedor que he tratado de hacer de ella. Sabes que aquí tienes tu casa… 🙂
Si yo hago tanto hincapié en estas cosas es porque yo misma soy presa fácil a la hora de perder oportunidades tan bonitas como las del chico que regalaba abrazos por el mismo motivo que tú. Y por eso toda mi lucha y mi esfuerzo se focaliza en superar esos miedos, para poder ser cada día un poquito más libre.
Así que ya lo sabes, no estás sola en esa lucha por seguir avanzando hacia la vida que quieres cuando la cosa se pone cuesta arriba. En esto también estamos juntas.
¡Un abrazo muy grande y no dejes de crearte y recrearte!
Desidia. Un clásico a la vuelta del trabajo y en las tardes de domingo.
Tienes ganas de algo, pero no sabes de qué. O quizá si lo sabes, pero eliges no saberlo. Y por miedo a enfrentarte con tus verdaderos deseos, te refugias en la apatía y comodidad del embrutecimiento digital.
Porque es más fácil ver capítulos repetidos que descolgar el teléfono, llamar a esa persona y comenzar una nueva temporada. Más cómodo envidiar el postureo de tus 517 “facebamigos” que salir a la calle, pedir dos cañas y arreglar esa movida con TU AMIGO de toda la vida. Más sencillo leer sobre gente que ya hace aquello que tú quieres, que abrir el portátil, ponerte a escribir y querer aquello que tú haces.
Tienes ganas de darle sentido a todo, de ordenar las respuestas, pero el miedo y la pereza te niegan las preguntas.
La vida se puede aprovechar de dos formas: viviendo experiencias puntuales intensas o buscando una rutina en la que superar tus metas. O mejor aún, una mezcla de ambas cosas.
Si tienes ganas de algo, pero no sabes de qué: Desenchufa el router. Sal a correr 5 kilómetros. Dale 20€ a quien los necesite. Grita bajo una ducha fría. Llama a ESA persona y dile “te quiero”. Cierra los ojos. ¿Está lleno ese hueco ahora?
Bravo Srta. Anyway 🙂
Hola Rener:
Cuando escribí este texto la intención era sutil. Retratar la situación, llegar a quien se sintiese identificado/a y, viéndose desde fuera, comprender la tragedia para sacar las conclusiones sin necesidad de decir nada.
Has plasmado una síntesis brutal, maravillosa; una traducción sublime. Y además has hecho justo lo que yo quería y pretendía al publicar este post. Acabas de aumentar su valor un 200%: ¡muchísimas gracias! 😀
¡Un abrazo gigaaaaaante!