Pongo una música que inspiraría hasta a una patata vieja, cierro todas las ventanas del navegador y miro al vacío durante unos segundos. Estoy oxidada, no sé muy bien cómo volver a empezar algo que dejé hace tanto tiempo y me pregunto si aún habrá alguien ahí, al otro lado. Y también me pregunto si seguirá habiendo alguien aquí, algún resto de la que era yo hace más de un año. Y me convenzo de que, en ambos casos, la respuesta es afirmativa.
¿Qué has estado haciendo todo este tiempo? ¿Cómo te ha ido? ¿Has cambiado mucho? ¿Qué habría dicho tu “yo” de hace un año si te hubiera visto ahora?
Echo un vistazo a mi alrededor y pienso que mi yo del pasado, la pobrecita, no tenía ni la más remota idea de lo que le iba a pasar. Esa es una buena noticia, porque para eso ella se ocupó de que mi vida no estuviese determinada: por eso dejó espacio para la incertidumbre. Aunque mucho me temo que, aunque hubiese tratado de asegurarme algo, tampoco lo habría conseguido.
El caso es que no reconocería la casa en la que estoy ahora mismo. No se habría explicado qué hago en Andalucía. Me habría exigido saber por qué el libro que ella escribía aún no es de papel y a cuento de qué he dejado pasar seis meses sin viajar con la casa a cuestas. Si no fuera porque nosotras (ella y yo) nunca nos enfadamos, me habría llamado de todo menos bonita.
Pero no todo serían reproches, claro está. Hasta yo, algunas veces, algunas cosas, las hago bien. Y tú también, seguro. Venga, anda; vamos a dar un paseíto.
Querida “yo” del pasado: exprésate tal como sientes
Si pudiese ir a verte y hablar contigo, no te contaría nada de lo que nos ha pasado. Sencillamente, porque creo que todo podría haber sido distinto y, si te contara qué decisiones hemos tomado, tal vez tomarías las mismas por no correr riesgos. No estamos nada mal ahora, salvo que no estamos exactamente donde pensábamos que íbamos a estar.
También podría darte por tomar justamente las decisiones contrarias, solo por ver si la jugada nos sale mejor. En cualquiera de los dos casos, no estarías siendo libre. Y si de algo podemos estar orgullosas, es de que la libertad nunca nos ha faltado: otra cosa es lo que hiciésemos con ella.
Ya sé que es hacer trampa, porque debes aprender por ti misma y todo ese rollo, pero quizá te habría dicho que no te preocupes tanto por lo que escribes. El consejo es un poco engañoso, así que te lo aclararé: no me refiero a que empieces a escribir “haber si nos bemos” al final de los mensajes (no, no es una errata, lo he hecho a mala fe para que te sangren los ojos), sino a que te comprometas y te expongas de verdad. Deberías perder el miedo a expresarte tal como sientes. Si eso lo hubiéramos hecho hace un año, seguro que hoy habría mucho más contenido en este blog.
No pasa nada si tus mensajes no son siempre positivos, no pasa nada si reconoces que estás tocada o si suenas más a poesía romántica que a buenrollismo crónico. Y sí, también te puedes cabrear. Eres escritora (sabes que lo eres, ¿no?) y precisamente de eso va tu oficio: de dejar, allí por donde pases, algo muy tuyo. Algo que casi te duela soltar.
En fin, que no te va a comer el coco si te desmelenas un poquito.
Supongo que lo intuyes, pero tendrás que volver a empezar
Algunas cosas van a cambiar mucho, se te va a ir un poco a la mierda todo el plan vital (una gran parte al menos) y sí, tendrás que volver a empezar. Pero no te preocupes, eso pasa hasta en las mejores familias. Aprenderás lecciones importantes, como no hacer depender tu proyecto de nadie que no seas tú.
No me entiendas mal: claro que tienes que tener en cuenta a las personas con las que quieres compartir el camino, pero asegúrate de que el camino seguirá con o sin ellas. Todo pasa, todo se aleja, todo termina y vuelve a comenzar. Eso tú ya lo sabes, no te me pongas sentimental.
En esta nueva etapa nuestra (a la que aún tardarás unos meses en llegar), te darás cuenta de que solemos identificar nuestros propios planes y deseos con los de los demás. A priori esto no parece problemático, ¿verdad? ¡Eres la compañera ideal! Da gusto hacer cosas contigo, siempre vas con el sí por delante y eres superflexible porque todo te da igual. Pero a la larga te encontrarás renunciando a una considerable cantidad de cosas que necesitabas o descubriendo que, al desaparecer “el portador” del proyecto vital en el que estabas involucrada, ya no sabes distinguir si era lo que tú querías de verdad.
Estamos un poco perdidas, sí, pero eso es algo bueno… Ya lo verás.
Ahora en serio: HAZ LO QUE QUIERAS
Por favor te lo pido. Ya sé que a veces te cuesta más decidir qué es lo que quieres que hacer cualquier otra cosa, pero se acabó ya el procrastinar. Esto es más bien una orden directa a mi yo del presente, aunque cualquier medio es bueno para hacérmela llegar. Un DeLorean con el condensador de fluzo recién ajustado, una bofetada metafórica con toda la mano abierta o una carta a mi yo del pasado con tufillo a que tan del pasado no es.
Tú aún no has leído La historia interminable porque, por aquel entonces, creíamos que era un libro para niños. Pero yo, que sí lo he hecho, puedo decirte que solo a través del “haz lo que quieras” podremos crear un mundo a nuestra medida sin perdernos a nosotras mismas. Solo convirtiéndonos en protagonistas, podremos hacer que la historia no termine jamás.
Vale, esto de “jamás” igual es un poquito exagerado, pero al menos nos aseguraremos de estar creando una historia que merezca la pena hasta el final. Una historia que pueda volver a empezar una y mil veces dentro del mismo libro, dentro de la misma vida, dentro de lo que tú eres y de lo que serás.
Qué me dices… ¿lo intentamos ya? ¿Nos ponemos en el centro de historia y le damos un buen giro argumental?
Morgan, querida Morgan..
eres increíble a pesar de que la vida te demuestre lo contrario, te darás cuenta que no todos tienen la misma definición de amor que tu, no te diré que es lo que pasaras o que tanto daño tendrás por que estarás perdida y gracias a ese dolor te encontraras, las amistades no son eternas y el amor dura poco a comparación de lo que creías, llegaras a ser mas fuerte de lo que crees y para probarlo tocaras fondo, estarás en el lugar que juraste nunca estar, perdonaras lo que juraste jamas perdonar ¿ que si valió la pena hacerlo? no lo se, aun no lo descubrimos.
cambiaras toda definición de vida, tus ideales y seras mas fiel a ti de lo que te imaginas, pasaras por bastante pero para encontrarse hay que perderse y estabas perdiendo tu identidad y tu amor por ti, volver a recuperarlo a valido cada dolor que pasaras…
no pierdas la fe, al final estaremos mejor te lo aseguro…
Leer tu segundo post me ha alegrado mucho para confirmar que NO ESTÁS OXIDADA PARA NADA, lo cual lo tenía que escribir en este primero.
Ser la “compañera ideal” creo que tiene algo muy bueno, está claro que no tienes que olvidar tu camino, pero esa flexibilidad permite al resto comportarse tal como son, lo cual te permite a ti aprender y descubrir. A veces puedes ser flexible por vagueza, pero también por incertidumbre.
Si al cabo de un tiempo no estás donde querías, no te culpes, tenías que aprender, pero no seas muy crítica contigo misma, que eso “ralla” mucho (lo digo por mi), coge los machos y a tirar del carro!!!!!!
PD: el estilo de vida que has elegido llevar, que no es nada fácil y demuestra una fortaleza ENORME, te otorga una libertad y un derecho que sólo tu tienes: DERECHO No-1 DE ANINA ANYWAY: cuando escribes, tenemos el placer de leerte; cuando no escribes, tenemos el placer de esperar, porque lo que viene va a ser honorable. Que ganas de leer el libro!!
Ay, Emilín…
Ay… Sólo puedo decir… “ay”.
Y mandarte un abrazo inmenso porque todo lo demás, aquí, ya sobra.
Hola Anina,
Que bueno tenerte de vuelta, te echamos de menos. Que bueno leer nuevamente esa pluma prodigiosa que inquieta conciencias e invita a la libertad.
Un saludo desde Colombia,
Argh, William… ¡pero qué bonito!
Muchas, muchísimas gracias por tu apoyo, por el cariño, por la sensibilidad, por leer con mente abierta.
¡Un abrazo enorme!
Hola, Anina.
Siempre un placer leerte, tanto como disfrutar de esa sonrisa y esa frescura que te acompañan.
Yo que leí hace ya mucho La Historia Interminable veo que el libro quedó atrás en la última mudanza, lo que enlaza con algo que has escrito: “No me entiendas mal: claro que tienes que tener en cuenta a las personas con las que quieres compartir el camino, pero asegúrate de que el camino seguirá con o sin ellas. Todo pasa, todo se aleja, todo termina y vuelve a comenzar.” Porque eso vale lo mismo para las personas que para las cosas y eso mismo me dice que estás creciendo, ¿es el Samsara? Jajaja.
Creo que yo también he crecido el último año y en la dirección correcta que no es ni a lo alto ni a lo ancho.
Volver a empezar siempre cuesta pero que sería de nosotros si no hay sacrificio, ¿seríamos una patata vieja?
Un abrazo muy grande.
¡Hola, Jose Luis!
Pues lo mismo digo: siempre es un placer leerte. Siempre es un placer dejar que seas tú el que ponga la sonrisa y refresque un poco la frescura, que en gran parte sale de todo eso que hacéis entrar en mí en cuanto yo me he vacío ante una página en blanco.
Parece ser que hemos crecido los dos y, parece ser, que a pesar de los cambios, virajes, reformulaciones de ruta, ideas y venidas, finales y comienzos, algo nos une todavía.
Lo más bonito de volver a escribir, aparte de darme el gustazo de escribir lo que me ha dado la gana, es darme cuenta de un hecho entre mágico y fabuloso: no importa qué, no importa cómo, no importa cuándo ni cuánto. Siendo fiel a mí misma, te (os) vuelvo a encontrar al otro lado. Joder, y me alucina eso.
Gracias por ser parte de la rueda, de la magia, del viaje. ¡Gracias!
Un abrazote.
Vuelveeee a casa vuelveeee, vuelveeee al hogar!!
Qué alegría que vuelvas a deleitarnos con tu blog y encima semanal me ha parecido ido oir? Jejeje
La mayoría de las veces es cuando te pierdes cuando mejor te “encuentras”… Aunque celebro que encontrarás el rastro de miguitas que te dejé.
Un chuuuuu enorme!
Jajajajaja, vuelvooooooo, a Caro vueeeeelvo, vuelvo a mi hogaaaaaaaar ^^
Has oído bien, semanal he dicho. Y estoy dispuesta a declararlo bajo juramento y ante un juez. Me he dado cuenta de que, cuando una se hace libre para escribir lo que a una le dé la gana, el acto de escribir cambia.
Tus miguitas estaban riquísimas, pero ya me las he acabado, ¡necesito más! Lo cual me recuerda que no te he contestado al último WhatsApp. Eso era porque no sabía qué contestarte, pero ahora ya creo que puedo medio definir un plan 🙂
Besos y abrazos y amores y te veo en un chas.
Muaaaaaaaa.
Hola Anina,
Te leo de nuevo y vuelve la esperanza, son tiempos de bloqueos y bucles que necesitan un poco de ti, o mejor dicho un mucho…
Gracias por volver aunque en realidad nunca te has ido, siempre tengo una mini anina dentro que da un poquito de luz cuando mini lau sólo ve oscuridad.
Un abrazo muy grande.
Volvemos a empezar… ❤
Mi querida, Lauri (y minilau):
Si leerme te ayuda, espero que sepas cuánto me ayuda a mí leerte a ti. Todo tiene sentido cuando apareces. En todos estos años, desde la primera vez que nos vimos, nos hemos ido conociendo mucho más a través de esta relación que para mí es tan bonita.
Siempre estás ahí. Una persona sensible, inteligente y en muchas cosas parecida a mí misma, que ha estado a mi lado desde el primer post. Que no se ha ido. Que ha continuado el camino a través de todos mis cambios, a través de todos los suyos. Representas exactamente la esencia de lo que pretendo, de lo que amo y me maravilla de este salto de fe que es la escritura.
Gracias a ti. No me cabe duda.
¡Volvamos a la carga!
“Largo y escabroso es el camino que del infierno conduce a la luz.”
Frase de Milton en ‘el paraíso perdido’ que mencionan en la peli ‘Seven’. Esa magistral pieza de cine que hace un recorrido por algunas de las más profundas miserias humanas.
No sé si recuerdas el crimen relacionado con ‘la pereza’ pero el dolor que resume parece del todo inimaginable .
Alguna perla más:
‘Qué títeres tan ridículos somos y que vulgar es el escenario en el que bailamos. No hay inquietud en el mundo, ni por saber que no somos nada. No somos lo que debíamos ser.”
¿Y a qué viene todo esto?
Y yo que sé si eres tú la que va a interpretarlo.
Siempre digo que la gente que intenta ir al baño todos los días a la misma hora, es muy distinta de la gente que lo hace cuando le entran ganas. Yo procuro ser siempre de los segundos y rodearme de mis semejantes.
Esos que ya han descubierto el valor de ser auténticos para vivir una vida con sentido y propósito.
Esos que quieren ser héroes para los demás empezando por serlo para sí mismos.
Esos que van y vienen pero siempre están, aunque no sepa dónde.
Esos que no se cansan de dar giros y volver a empezar.
Esos que son la luz del largo y escabroso camino.
Te echaba de menos Ana.
Querido Juan:
Yo también te echaba de menos, en eso coincidimos. Y en muchas otras cosas también. Me encanta interpretar lo que dices como me da la gana, y me encanta sobre todo que esa sea exactamente tu intención cuando te comunicas conmigo.
Me encanta que le pongas el punto luminoso a la oscuridad y el punto oscuro a la luz. Yo hay días que no voy al baño, fíjate. Otros que voy varias veces. Dicen que hasta un reloj parado, dos veces al día, da la hora correcta. Eso significa que, seguramente, en algún momento de mi vida, necesariamente tendré que haber ido al baño a lo misma hora, minuto y segundo exactos. ¡Dioses! Nunca lo había pensado…
En cualquier caso, siempre he sido una adorable y liviana porción de caos flotando, ya sea grácil o desmañadamente, en esta sopa con tropezones que es la blogosfera.
“Esos que van y vienen pero siempre están, aunque no sepa dónde”.
Esos… 🙂
Un día iré a visitarte y me quedaré allí tres meses, ya verás.
Un abrazo laaargo como una carrera en taxi a las tantas de la mañana.
Estoy igual de parada con mi blog y por las mismas razones :/
¡Hola, Laura!
En esa caso y como has podido comprobar, te entiendo perfectamente. Pero de la misma forma, también has podido comprobar que la cosa no es tan grave como pensábamos y que tiene solución 🙂
Yo al final me he decidido a escribir lo que de verdad quiero y, ya lo ves… No ha ido nada mal. Así que te animo a que hagas lo mismo: siendo realistas, no hay otra manera. Si haces lo que te gusta, tal vez no funcione. Pero si no haces lo que te gusta, seguro que no funcionará. Eso es lo que yo he aprendido.
¡Un abrazo muy grande y mucho ánimo!
¡¡Aninaaaaaaa!!!!!
¡Pero qué alegría y que GRAN NOTICIA verte de nuevo por aquí!!!!
Espero que está vez para muuucho tiempo.
Te he echado mucho de menos!! Tú filosofía aplicada, tu sensibilidad, tus palabras cariñosas y personalizadas en cada uno de tus comentarios, tu transparencia, nobleza, sencillez y esa forma particular de hacer las cosas que mezcla algo de timidez con preparación, coraje y decisión para llevar a cabo lo que te propongas…
Te auguraba un gran futuro como escritora,y despues de este tiempo tu misma puedes comprobar que se está materializando. Pero no por arte de magia, sino a base de trabajo, expresar tu YO más autentico y cercano que nos conquista a tantos corazones que resuenan con la misma vibración.
La Anina del pasado tomó las decisiones que tenía que tomar, y eran necesarias para que la Anina del presente tuviera la conciencia y los recursos con los que cuenta en la actualidad, y que sin duda irán alimentando a la Anina del futuro. Al fin y al cabo, tú creas a la Anina que quieres y con la que más comoda te sientes en cada momento. Esa maravilla llamada CAPACIDAD DE ELECCIÓN.
¿No es fantastico? ¡¡TU ERES FANTASTICA!! ;))
Creo que ser flexible y saber y querer adaptarse a los planes de los demás cuando te resultan atractivos es más una ventaja que un inconveniente. Pero como de todo se aprende, si realmente te sientes algo perdida al haber tomado esta decisión, pues ya sabes, ¡a escribir una carta a la Anina del futuro! y esta vez con todo lujo de detalles, pero eso sí, dejando sitio al cambio, a la incertidumbre y a las sorpresas que nos da la vida.
Te sigo guardando el número uno en la lista de mis blogs favoritos!!!!
Cuentame en qué parte de Andalucia estas y como has terminado aqui!!
Un abrazo enorme!!
Silvia
;))
¡¡¡Hola, Silviiii!!!
Madre mía, ¡qué alegría más grande me ha provocado leer tu comentario! Me he dado cuenta de todo lo que te echaba de menos yo también. Me has puesto la sonrisa en la primera línea y, a medida que leía, ha ido haciéndose cada vez más grande, hasta que ya casi no me cabía en la cara.
Muchísimas gracias por seguir aquí, muchísimas gracias como siempre por el cariño que imprimes a cada palabra, por esa visión tan bonita que tienes de mí y de lo que escribo, por lo fantástica que me veo cuando tú me proyectas. Por la sensibilidad para apreciar cada sentimiento, cada línea, cada confesión y cada pensamiento.
Desde luego que yo también te sigo guardando como una de mis lectoras y comentaristas favoritas: siempre con algo que aportar, algo bonito y positivo, algo ganado a través de la experiencia y tu particular forma de ser y vivir.
La verdad es que sentirme perdida no me preocupa: casi podría decirse que me gusta, me da la oportunidad de encontrarme. Y estoy muy feliz de que sea (también) contigo. Me vine a Andalucía hace unos meses porque una de mis grandes amigas, de esas que haces en la facultad para toda la vida, vive cerca de Córdoba. Llegué a visitarla con el ordenador bajo el brazo y, desde entonces sigo aquí, moviéndome entre Córdoba y Granada, ocupando casas ajenas y esperando a que llegue el calorcito 😛
Bienvenida de nuevo (aunque nunca te fuiste) y otro abrazo gigante para ti.
Qué fácil es hablar a toro pasado y qué inútil puede parecer. Sin embargo creo que es un ejercicio que todos deberíamos hacer. Creo que solo de ese modo, hablándole a nuestro yo pasado, podemos interiorizar cosas que de otro modo no haríamos. Convencernos precisamente de que con nuestros errores y nuestras virtudes, todos tenemos cosas buenas, todos hacemos cosas bien y, sobre todo, que en las condiciones de incertidumbre y las situaciones personales en la que tomamos cada decisión, aquella fue la correcta.
¡Bienvenida! ^_^
¡Hola, Ana!
Muchísimas gracias por tu bienvenida y por aportar valor al post dejando tus propio pensamientos. Se me había olvidado que esa es una de las cosas que más me gustaban de este blog: el diálogo posterior, la posibilidad de pensar con la persona que lee 🙂
Efectivamente, creo que hablamos poco con nosotros mismos. No sé por qué tenemos esa percepción de que al que habla consigo mismo le falta un tornillo. Cuántas veces me habré dicho yo: “A ver Anina, ¿qué estás haciendo?”, jajaja. Y cuando me obligo a explicármelo y justificarlo, es cuando más cuerda me siento. Sin ese diálogo interno que mantengo conmigo misma, no podría escribir.
Por eso me encanta que precisamente te hayas fijado en ese detalle y le hayas dado tanto valor.
¡Un abrazote!
¡Hola, hola!
¡Qué bonita y gran vuelta, Anina! 🙂 Me alegró muchísimo saber que, a partir de ahora, cada semana tendremos de nuevo un ratito de ti. Me ha encantado esta carta al pasado y al presente, por ser para ti, por ser para mí, por ser para todos. Como siempre, tus palabras resuenan más allá de la pantalla 😉
¡Muy feliz re-bienvenida!
¡Te escribo un abrazo grande, graaande!
¡Hola, bella!
Siempre estás ahí en los momentos importantes con los brazos abiertos, con la sonrisa puesta y una palabra bonita iluminando el paisaje. Me siento muy afortunada de contar contigo. Gracias por seguir aquí, como dije en otro comentario, convirtiendo esto en un hogar lleno de vida.
¡Te escribo otro abrazo inmenso de vuelta para ti que llegue a tu casita frente al mar!
Anina bonita, me llegó de lleno al corazón.
Se me desimantó la brújula en algún punto y tus palabras me resuenan con fuerza vital!
Te deseo un gran camino…
¡Muchas gracias, Isa!
No hay nada más bonito que esa sensación de haber tocado un resorte oculto. De haber dejado salir la verdad y ver que también estaba oculta en otros corazones, en otras vidas. Es lo más parecido que conozco a la magia o la telequinesia, mover algo o a alguien a distancia, sin tocarlo, sin verlo, sin saber que estaba ahí.
Muchísimas gracias por hacerme saber que has sido parte del hechizo 🙂
Inmensos abrazos y caminos, con o sin brújula.
Anina!
Creo que es la primera vez que escribo por aquí, aunque intento seguirte con la (ir)egularidad que mi vida me deja. Me he sentido muy identificada con muchas cosas de este post. De hecho siempre lo hago 🙂
Ya lo sabes, pero la oscuridad más negra termina iluminando zonas a las que nunca habríamos tenido acceso de otro modo (quizás simplemente no nos habríamos atrevido a mirar). Está claro que las circunstancias adversas son una mierda mientras están ahí, pero a la larga son el motor de cambio y de autoconocimiento más poderoso que tenemos.
Es por eso que hay que pasarlas y una vez hecho eso, brindar por ellas, levantarse y resurgir. Yo lo he hecho, y estoy segura de que tú también lo harás, si es que no lo has hecho ya. Así que va por ti: chin, chin, bonita :*****
¡Hola, Marta!
Eres una de mis irregulares más regulares y es verdad que el sentimiento que tengo es de que siempre estás ahí. Paciente, positiva, dispuesta a sumar, humilde como solo puede serlo la gente sabia.
Me ha encantado la idea la oscuridad iluminadora y estoy de acuerdo contigo en todo. La adversidad nos hace movernos, cambiar cosas, buscar otros puntos de vista, otros lugares y estados. Nos conduce a descubrimientos. Y para aquellos que tenemos voracidad de saber, curiosidad por lo que no vemos del mundo, es casi una necesidad.
Brindo contigo por muchos brindis más.
¡Un montón de abrazos!
No eres la única con ganas de volver a empezar, llevo un tiempo de reflexión, de intento de cambio y de ganas de rehacerse y de nuevas experiencias. Las dudas existenciales me agarrotan, pero bueno, cada vez queda menos para dar el salto y poder cambiar la rutina del día a día.
Me gusta mucho la metáfora del arco. La insatisfacción (que tiene un enorme potencial de cambio) es la mano del arquero, tensando la cuerda. Más y más, hasta que ya casi no puede sujetarla. Y cuando la tensión se hace insoportable, con o sin diana en el punto de mira, la flecha vuela.
Hazte un Descartes: puesto a dudar, duda de todo. Y cuando ya no quede ninguna certeza y todo sea igualmente cierto o incierto, ya no importará nada y todas las decisiones serán buenas 😛
Sincronías a tope, miss Anina.
Sucede que el sábado pasado hablábamos de estancamientos dentro de ciertos lugares, y voy yo y me marco un texto llamado “Cuando la vida no fluye”…
Y vas tú y te sacas esto de la chistera. Aprendiendo sobre esas pausas forzosas o no tanto, a veces deseadas o incluso escogidas. Y vengo yo con mi habitual desparpajo a decirte que hay una manada de personas que te amamos incondicionalmente (y la capitana es tu yo atemporal, esa que fue, será y pudo ser).
La que eres hoy, esa quien eres ahora, tendrá que encontrar una forma de comunicarse con todos nosotros, y especialmente con Anina Atemporal… Y por lo que veo, ya te has puesto a ello.
Walk on, que le gustaba decir a Bruce Lee y ahora a su hija Shannon. Abre camino y veamos dónde lleva.
Oh, no sé como no he vuelto a escribir mucho antes solo por el placer de recibir de nuevo tus comentarios ^_^
Gracias por estar pensando lo mismo que yo al mismo tiempo y por continuar siempre cerca, en tantos sentidos. Me declaro fan del concepto de Anina Atemporal y anuncio que quedan abiertas oficialmente las comunicaciones entre ella, vosotros y yo.
Gracias también por traer a este hilo algo tan maravilloso como el amor incondicional y por utilizar los términos “manada” y “capitana”, jajaja. Eres un artista.
Abramos camino, pues. ¡Un abrazote!
Bienvenida de vuelta Anina…
Muchísimas gracias, Marco. Gracias por seguir haciendo de este lugar antes abandonado un auténtico hogar.
¡Abrazote!
Bienvenda de vuelta… Si no te lo dices tú o te lo dice ella o no se qué lio teneis tú y tú misma del pasdado, si no te llama bonita, ya te lo llamo yo ;). Estamos esperando ese libro, y tu nuevo curso de Boluda… Venga, manos a la obra y piensa que, por su puesto, aunque no nos veas, hay más gente detrás. Nos gustan tus letras y nos gusta tu voz… y tu proyecto
Jajajaja, qué maravilla de comentario. Me encanta que hayas entrado al trapo de los viajes en el tiempo y las identidades múltiples para comentar. ¡Te veo un gran potencial! 😛
Muchísimas gracias por el apoyo, por mostrar tu rostro afable y sonriente en los comentarios (que tan importantes son para el que lanza un mensaje a la inmensidad del mar) y por la buena energía que has condensado en poco más de 4 líneas.
¡Un abrazote, Isra!
¡Claro que estamos por aquí!
Te sigo desde que hice cierto curso de Copywriting con Joan. ¡Muy bueno! Así que quiero seguir leyendo cosas tuyas para aumentar mi valor como Copy. ¡No desfallezcas!
¡Hola, Jose!
Muchísimas gracias por venir y por quedarte. Me alegro infinitamente de que el curso te gustase tanto como para suscribirte al blog y espero que te haya sido muy útil.
Cuando se trata de escribir, no hay mejor combustible que leer con voracidad. Ya te habrás dado cuenta de que aquí soy más libre y me permito hacer lo que quiero, transgredir las reglas y buscar otro tipo de resultados. Creo que gustará 😉
¡Muchísimas gracias y un abrazote!
Bienvenida guapa.
Leer tu blog es un soplo de aire fresco.
Yo sigo “empezando” y cada día me gusta más no saber a donde voy.
Un besete
Ay, Puri…
Pero qué increíblemente bonito es encontrarte siempre ahí. Adoro estos hilos invisibles.
¡Qué vivan el wireless y la gente que no sabe a dónde va!
Abrazos varios.
¡Qué alegría me has dado! Gracias por volver.
Andalucía es un sitio perfecto para pararse un rato a reflexionar y dar cuerda a la brújula. 😉
Yo también quiero volver a empezar. Pensaba que ya lo estaba haciendo, pero el tiempo se ha detenido en mi burbuja… ¡Voy a ver si puedo pincharla!
Un abrazo, y espero que sigas por aquí.
¡Hola, Celi!
Me ha encantado tu comentario por varias cosas. En primer lugar, porque lo que primero que me dices es que te has llevado una alegría por mi vuelta y eso ya me ha tocado el corazón.
En segundo, porque me das las gracias por volver. ¡Tú a mí! Cuando yo siento que la que tiene motivos para estar agradecida soy yo porque tú sigas ahí. Y eso ya me ha tocado el alma.
Y en tercer lugar, porque también quieres volver a empezar y porque también tienes una burbuja que pinchar (y sentido del humor, que lo hace todo más bonito).
Así que, ¡vamos a por ello!
Aquí me quedaré hasta que ya no me aguantéis más.
Un abrazote.
¡Qué grande eres! Como siempre, muchas frases de esta “carta” podría estar diciéndoselas a mi yo del pasado…
Yo también hace unos meses por fin me decidí a ver La historia interminable y descubrí que no sólo no es una película (o libro) para niños, sino que todos los adultos deberían obligatoriamente verla unas cuantas veces en su vida para no olvidar ciertas “lecciones básicas de felicidad”.
Una vez más me ha encantado la entrada. Aunque soy nueva como seguidora tuya, bienvenida y no olvides nunca eso tan valioso que tiene tu yo del pasado y tu yo del presente: que sois únicas!!
Un abrazo!
S.
– ¿Mi Verdadera Voluntad?- repitió Bastian impresionado- ¿Qué es eso?
– Es tu secreto más profundo, que no conoces.
– ¿Cómo puedo descubrirlo entonces?
– Siguiendo el camino de los deseos, de uno a otro, hasta llegar al último. Ese camino te conducirá a tu Verdadera Voluntad.
Hola S.
Qué maravilla. Una y mil veces gracias por incorporar el fragmento de La historia interminable. Pensé en hacerlo yo misma, pero al final lo dejé estar… Y llegas tú haciendo magia, eligiendo las mismas líneas que seguramente yo habría elegido.
Gracias por venir y por quedarte, gracias por participar en este pequeño comité de bienvenida y por formar parte del post, aunque yo no lo supiera antes de escribirlo.
¡Un abrazo muy grande!
Que bueno que viniste (con acento argentino)
Es normal sentirse algo perdido cuando cambian las circunstancias y las personas que nos acompañan pero tu estas en movimiento y poco iras descubriendo tu nuevo camino, es cuestión de prueba y error.
Contestando a tu pregunta, cuando lleguemos a ese puente lo cruzaremos porque a día de hoy no se que circunstancias me esperan
Bienvenida de vuelta y esperamos todos que te quedes!
¡Miwiiiiiii!
Primero en comentar y, como siempre, con las palabras adecuadas. Cuando escribía este post pensaba en ti, en tu generosidad, en la paciencia y el desinterés que has demostrado siempre. Llevo más de un año sin publicar y siempre has mantenido el hosting y la página sin ganar nada a cambio: cuidándola y manteniéndola viva a pesar de que yo no lo hiciera.
Y siempre, siempre, estás ahí. Y aunque a veces pueda parecer que me olvido, lo valoro y lo agradezco muchísimo, tanto, todo.
¡Vive como piensas también eres tú!