A pesar de que siempre he tenido buenas habilidades sociales y tiendo a llevarme bien con todo el mundo, hasta hace no mucho tiempo me costaba un auténtico esfuerzo (pero mucho, eh, de verdad) preguntar la hora a cualquier persona por la calle. Tenía miedo a los desconocidos, aunque quizá “miedo” no sea la palabra adecuada. […]