No se puede cambiar el mundo como se cambia de bragas: quitas unas, te pones otras y listo. No hay otros mundos limpios que ponerse en el primer cajón de la cómoda. Cambiar tantas cosas que van mal cuesta y, sobre todo, da mucha pereza. Es una tarea casi infinita y hay tanto que hacer que nunca se sabe por dónde empezar.
La tarea parece tan desmesurada, que lo más probable es que asumas que tú, tan minúsculo en el conjunto de la humanidad, poco puedes hacer. Y para hacer tan poco, mejor es no hacer nada. Es un razonamiento que parece casi aceptable, pero vamos a cambiar los roles a ver qué pasa.
Imagínate que un médico te dijese:
Siento decirle que va a sufrir usted mucho. Podría hacer algo para mejorar su calidad de vida, pero sería tan trabajoso para mí en relación con el grado de mejoría, que prefiero no hacer nada.
¿Qué le dirías a ese medico? ¿Te parece bien que por no poder ahorrarte todo el sufrimiento no te ahorre una parte de él, por pequeña que sea?
Dicen que una sola persona no puede cambiar el mundo… Independientemente de si eso es o no cierto, esta frasecita universal parece sugerir que muchas personas juntas sí podrían hacerlo. La verdad es que una cosa no implica la otra, pero vamos a ver qué pasa si tiramos de esta idea, la retorcemos, le metemos el dedo en el ojo y alguna otra cosa más que se nos ocurra.
Este es el tercer post que escribo desde que comenzamos nuestro viaje y a estas alturas, 16 días después, lo que más me ha admirado y ha empezado a operar cambios mágicos y misteriosos en mis circuitos cerebrales es el comportamiento de las personas que han ido cruzándose en nuestro camino.
Los desconocidos son amigos, no comida…
¿Qué harías si una tarde una pareja de viajeros te preguntase por un lugar a cubierto donde dormir en los alrededores del pueblo o la ciudad en la que vives? Probablemente les indicarías amablemente, lo mejor que supieras, dónde podrían acampar a resguardo de la lluvia. Con más o menos alegría, con más o menos interés por lo que estuviesen haciendo. Y está muy bien. Eso es exactamente lo que haría yo.
Pero hay gente, más de la que crees, que no se queda ahí. Vicente, un profesor de educación física de Peralta, padre de dos hijos y amante de los viajes, creyó que eso no era suficiente. Después de indicar a aquella pareja dónde podían esconderse de las nubes que amenazaban tormenta, fue a su casa y le habló a su mujer de aquellos dos chicos. “Tienen buena pinta”, le dijo.
Al cabo de un rato conducía por las calles del pueblo buscándoles.
Les ofreció dormir en una cabaña que tenía cerca de allí y les invitó a ir a su casa para cenar y ducharse (con opción a pasar la noche allí si lo preferían).
Los viajeros se miraron entre ellos con los ojos muy abiertos. Con una sonrisa tan grande que casi dolía y un desconcierto feliz le siguieron entre los coches hasta la cabaña, donde dejaron las bicicletas y todo su equipo para ir a cenar a casa de aquel desconocido. Vicente y su mujer también descubrieron mientras charlaban que la pareja recaudaba dinero para la investigación del cáncer de mama mientras pedaleaba hacia Cabo Norte.
Durante aquella noche, algo cambió en la forma en la que cada cual veía el mundo. Si el padre de familia no hubiera vuelto a por ellos nada habría ido peor, pero nada habría cambiado.
¿Y qué fue lo que cambió?
No ha sido la primera ni la última vez que nos ha pasado en estos 16 días y me doy cuenta de que tanta hospitalidad llega a incomodarme. Pero sólo en el sentido de que no puedo devolverla. Lo poco que puedo hacer es ir sembrando notas llenas de gratitud sentida, de la de verdad, de la que te calienta por dentro.
¿Por qué fue tan importante aquella noche?
Hasta la fecha muchas personas habían sido buenas con nosotros. Nos habían dado antes refugio, hospitalidad de la que se estila en el desierto, cuando tu vida depende de ella. Pero siempre habían sido personas que más o menos nos conocían y con las que ya habíamos tenido algún tipo de contacto. Gente que sabía lo que hacíamos y cómo éramos. ¿Pero te imaginas lo que pasa cuando quien te la ofrece es un completo desconocido?
Lo que pasa es que sientes unas ganas enormes de hacer lo mismo por alguien algún día.
Dicen que una sola persona no puede cambiar el mundo. No entiendo muy bien qué significa, porque es muy raro que las personas estén solas. Forman siempre parte de un tejido, influencian a aquellos sobre los que actúan y contagian sus sentimientos como los bostezos. Entonces, si una persona ayuda a cambiar a otra, esa a otra más y así sucesivamente… ¿Se podría cambiar el mundo?
El karma es pura matemática
Todo esto se trata de que lo que tú les haces a los demás (sea bueno o malo) probablemente los demás se lo harán a otras personas. Y digo probablemente porque cuando se trata de seres humanos, no hay nada seguro, salvo que son formas de vida basadas en el carbono. Decir que no haces nada por cambiar las cosas porque tu impacto es mínimo, es una excusa como un piano y además, no es de las mejores.
Cambiar el mundo da pereza, más con todo lo que tienes que hacer a lo largo del día. Total, ¿por qué tienes que hacer tú nada por los demás cuando los demás no han hecho nada por ti? Te invito a que le des la vuelta a la pregunta. Tal vez los demás se pregunten por qué tendrían que hacer algo por ti cuando tú no has hecho nada por ellos.
Quizá si te hubieses encontrado algún Vicente, tampoco estarías pensando que lo de ayudar a los demás tuviese que ser un intercambio. Con un breve e-mail respondía a la nota que le dejamos sobre la mesa de la cabaña, en el que nos decía que:
“No tenéis nada que agradecernos. Lo triste es que algo que debiera ser lo normal (hacer un favor), se haya convertido en algo excepcional. Nosotros sí que os agradecemos habernos dejado subir a vuestras bicicletas unas horas, de donde no pensamos bajarnos hasta que completéis el viaje…”.
En conlusión…
Hacer algo, nunca es como no hacer nada. Para bien o para mal, algo cambiará. No subestimes la física subatómica, ni la biología molecular, ni todas esas ciencias poderosas y reconocidas (no como la filosofía) que demuestran que, cuando algo microscópico cambia, muchas cosas a su alrededor y como consecuencia también lo hacen.
Cambiar el mundo no es tan fácil, de acuerdo. Pero seamos realistas, tampoco es tan difícil. Piensa que el mundo es todo el planeta pero también cada una de sus partes y, cuando una parte cambia, el todo también lo hace.
Si tú te has inventado otra excusa mejor, me encantaría saberla. Estoy deseando escuchar una que sea de verdad un motivo.
“Y cuando una parte cambia todo el mundo cambia”
Creo que la palabra más apropiada y la cual te invita a tomar acción es contribuir al mundo en vez de cambiar, cambiarlo se Aleja de tu área de influencia Anina, Hey! Pero contribuir con actos como los de Vicente no tanto.
A fin de cuentas el presupuesto que sostiene a un país se hace del impuesto de millones de contribuyentes ¿Cierto?
Simplemente….me encanta tu manera de vivir, de viajar y de escribir, yo también hago el camino de santiago, también intento arreglar el mundo con una sonrisa y me gusta estar rodeada de gente como tu, que vale la pena. Besos de colores desde el Maresme.
Mi propia experiencia me dice que con pequeños gestos, casi imperceptibles para otros, se consiguen grandes cosas, como una sonrisa o un abrazo. Y con eso no sólo estás cambiando el pequeño mundo de una persona, estás inhundando de felicidad el tuyo. No sientas que no tienes nada que dar a cambio cuando recibes un buen gesto, porque el otro está recibiendo algo grande…
Ya sabes que todas y cada una de tus entradas me aportan muchísimo, no sé si es posible cambiar el mundo entero, pero está claro que tú cambias nuestros pequeños mundos y, al menos en mi caso, lo llenas de energía para seguir adelante.
Seguimos pedaleando…
¡Un abrazo!
¡Qué lindo es poder conectarse a través de las palabras! Iba leyendo y sintiendo que esto mismo sentí y escribí en otro momento y qué felicidad que todos los que tenemos la oportunidad de estar en esas situaciones, del que ayuda o el que es ayudado, sienta lo maravilloso que es el acto mismo de AYUDAR, de HACER y luego el de AGRADECER.
Anina, qué lindo es acompañarte en este gran viaje. Si bien estamos separados por una gran masa de agua, deseo y se que nos vamos a cruzar. ¡Abrazos para los tres! 🙂
Si!, si! y si!
Vale, no cambias EL MUNDO ENTERO, pero puedes cambiar el mundo de MUCHAS PERSONAS, y… ¿No es eso maravilloso?!!! Si!! Lo es!!!
Tu post me ha recordado a la película “cadena de favores”. Es una pelicula que en su día me marcó porque reflejaba parte de mi filosofía en cuanto al acto de hacer favores… Los hago porque quiero ayudar, porque me siento bien haciendolos, y porque el poder hacerlos es una suerte porque significa que PUEDES HACERLO, aunque no siempre sea sin esfuerzo o renuncia, pero puedes, y eso acaba siendo un efecto del hecho (o causa en este caso) de ser agradecido con la vida. No los hago para que me devuelvan nada (y si, lo reconozco, me gusta cuando los hago que me sonrian o me den las gracias, en resumen, un indicio de que ha servido para algo o les ha hecho feliz, solo eso)
Javier, entiendo tus reticencias de recoger a un vagabundo y ofrecerle ducha, comida y techo, aunque sea por un día, yo también las tengo… y sobre todo creo que es por esos miedos lógicos que tenemos al no conocer la historia personal de cada uno. Escuchas tantas vidas arruinadas por tener adicciones y mala cabeza, personas que se ven en la calle despues de haber hecho un esfuerzo sobre humano su familia por ayudarles y recuperarlos, y no tener otra opción porque era inviable una convivencia, miles de preguntas de porqué han acabado asi… y si han hecho suficiente por mejorar esa situación, Que es lógico que la mayoría no lo hagamos, pero a veces conoces la historia personal (aunque sea sesgada) de alguien, tienes la corazonada de que todo va a ir bien… ¡ y lo haces! A mi me paso hace unos años… No eran vagabundos, pero dormían en el coche porque no tenian medios para más,entonces esto yo no lo sabía, les habían matado a sus tres perros de forma negligente cuando los llevaron de residencia por unos días a la perrera que también daba este servicio, y los confundieron con perros recogidos en la calle…
Cuando fueron a por sus perros, les contaron una milonga, ella exigió ver el cuerpo de la que supuestamente habia muerto en una pelea, ni un sólo bocado, y pidió una autopsia donde descubrieron como había muerto, con el paralizante muscular, algo que ya se sospechaba de antes, pero hasta ese momento no se había podido probar. Lo denunció, y despues de esta prueba, muchos “animalistas” nos manifestamos para pedir el cierre de una perrera donde mataban cruel y agonicamente a los animales de esa perrera, con este paralizante muscular… Con la mala suerte que la manifestación se fue un poco de madre y el chico al que le habian matado a los perros insultó a la alcaldesa llamandola asesina por considerar que era complice de lo que se estaba haciendo en la perrera y no hacer nada, Entonces un montón de policias se le echaron encima, le golpearon, y se lo llevaron al calabozo… Tanto él como su novia, que eran italianos, llevaban los brazos completamente cubiertos de tatuajes, esto causa recelo muchas veces, Y no se cómo acabamos un grupo de voluntarios de protectoras tomando un cafe con esta chica, que creía que en cualquier momento soltarian a su novio… No fue así, y a las 11 de la noche ya sabiamos que ese día al menos no lo soltarian. La gente se fue yendo, y al final nos quedamos 4 gatos, cuando ya ibamos a irnos le pregunté a la chica donde se estaba quedando para acerlarla y dijo que dormían en el coche… Me pareció peligroso dadas las circunstancias y le dije que se podía venir a casa si quería y al día siguiente intentariamos solucionar el tema… En resumen… Lo que iba a ser una noche se convirtió en 4 meses y mucha lucha, sobre todo los 2 primeros meses, por sacarlo a él de la carcel. Y te aseguro que poder estar en una cosa donde comunicarse, utilizar internet, mandar fax, hacer llamadas, comer, poder recaudar dinero, etc… fue fundamental para conseguir sacarlo de la carcel. La historia es mucho más larga, pero en resumen, en aquel momento, yo si pude ayudarles a cambiar su mundo (que podía haberlo hecho cualquiera, por supuesto) como ellos bien reconocieron, y la diferencia entre ellos y otras personas, posiblemente fue conocer parte de su historia, y ser empatica en ese momento al pensar cómo me sentiría yo si me hubieran matado a mis 3 perros y me viera sóla porque se llevan a mi novio, que es mi única conexión con esa ciudad, preso.
Y si, podían haber sido personas que me acabaran haciendo daño, pero no lo hicieron… No fue todo de color de rosa, pero fue una gran experiencia en mi vida, de la que aprendí mucho.
Quizás este fue un caso muy particular por las circunstancias que se dieron, pero siempre podemos ayudar a otras personas a cambiar su mundo, y quizas lo que para nosotros no supone tanto, para ellos marca una GRAN DIFERENCIA, y les ayuda a conseguir sus objetivos.
Ojala nos encontremos todos con muchos “vicentes” en la vida, y a la vez podamos ser muchos Vicente, y podamos ayudar a los demás.
Se que a veces no es fácil distinguir cuando te estas poniendo en riesgo más de la cuenta y cuando no, pero yo sigo pensando que la vida siempre me da más de lo que me quita, y en este sentido me sigo dejando guiar por mis instintos.
¡¡Que siga ese buen animo!!!
Y por cierto Anina, el otro día cuando leí el post anterior no vi el video con tu canción ” me duele el culo” ¡¡CANTAS DE MARAVILLA!!! ¡Qué tia!
Un besazo y muchas sonrisas y animo para el viaje
Silvia
:))
Si tristemente yo también he oído la excusa de “para qué voy a hacer algo si apenas se va a notar” y entonces no hacen nada. La última vez fue respecto a ser vegetariano, ¿para qué voy a dejar de comer comer si la mayoría de la gente va a seguir comiendo?
Me encanta tu comentario Javier. Es una buena reflexión. Lo que cuentas de un vagabundo me ha traído a la memoria un señor que venía a casa a pedir, porque no tenía para darle de comer a su hija. Mis padres le dijeron que no daban dinero, pero que le daban comida. Durante mucho tiempo le daban una bolsa con comida todas las semanas. Hasta que de repente dejo de venir. Un buen día volvío para decirnos que había encontrado un trabajo y que se había ido a otra ciudad cercana y que nos quería dar las gracias por la ayuda. Entonces es cuando te das cuenta que un pequeño gesto puede abrirle una ventana a cualquier persona.
En cuanto a lo que comentas de acoger aunque sea una noche a un vagabundo, hay una señora de Madrid que trabajaba en Iberia que tenía varios vagabundos acogidos en su casa y que gracias a ella habían salido adelante.
Cuando la gente se pone a veces a discutir y decir el tipico de “yo no voy a mantener un vago” siempre le hago la misma pregunta. Tan dificil es asumir que todos tengamos un minimo de dignidad y podamos tener un plato y un techo? Creo que mientras eso no sea así, seguiremos siendo un fracaso como especie y como sociedad.
Gracias Miguel, me encanta a mi el tuyo también, como tú bien reflejas al igual que Anina, la importancia que tiene una acción solidaria o positiva sobre las personas, forma una cadena de reacción, quizá en algún momento el simple hecho de sonreír a un extraño, haya cambiado el curso de las cosas.
Los ejemplos que vemos y sentimos condicionan nuestro comportamiento, seamos amables con el mundo y haremos un mundo mejor.
Estoy encantado con haber descubierto este gran foro, que se crea a partir de tus interesantes y tan bien explicadas reflexiones.
Tienes una capacidad de comunicación acohonante!!!!! bueno voy a decir de la hostia!!!!!, este texto tuyo es algo que quiero expresar desde hace mucho tiempo y no he conseguido hacerlo, o he empezado muy timidamente y dando mucho rodeo.
Es lo que yo llamo hacer que el mundo sea más “amable”, contigo, con lo que te rodea, y con lo que no alcanzas, en un sentido mas amplio de la acepción común de amable.
En cuanto a la preguntas que formulas, sí yo me hubiera topado con vosotros, hubiera hecho lo mismo que Vicente, esta claro, incluso sí me remonto a un tiempo atrás, en el cual no conocía este tipo de viajes o viajeros, vamos que no había leído nada de ellos ni sobre ellos, hubiera reaccionado igual o parecido.
Ahora quiero rizar el rizo y es una cuestión que me aborda de vez en cuando, acoger a una pareja de viajeros como vosotros, que transmitís un buen rollo escandaloso (por lo menos en las internetes que es donde algo os conozco)Tú, Bikecanine, y Hippie, lleváis un cartelón enorme en vuestras caras que dice, SOMOS BUENA GENTE, TENEMOS UN CORAZON BONITO. Es relativamente fácil y con esto no quiero decir lo que sea, ni quitar méritos, ni a Vicente, ni a todos los que hemos pensado que os acogeríamos sin conoceros, claro que tiene su mérito, porque hay muchas personas que aun no se dan cuenta de lo que les rodea y han perdido la capacidad de observación y perderían esta oportunidad, porque ayudar, no es solo ayudar, es SUMAR, para los que ayudas y para ti mismo que estas ayudando, ¿acaso no dicen los orientales que somos un todo?
A lo que voy, que me disipo rápido, ahora la pregunta que me/nos haría, ¿Acogerías en tu casa a un vagabundo, de la calle, sin techo, sin familia, con los obvios problemas de aseo y demás? aunque fuera solo una noche, una cena, una ducha, y lavar sus ropas…
La respuesta en mi caso es no, y eso que me lo planteo muchas veces, y digo no, porque no lo he hecho nunca, quizá si abriera la puerta de mi casa y me cruzara con él en ese preciso instante puede que lo hiciera, me he cruzado con muchos quizá lejos de casa, les he hecho compras, les he saludado, mirado a la cara, y os puedo asegurar que lo agradecen infinitamente, pero no, no he tenido lo que hay que tener para ofrecerles más, ni si quiera para sentarme a conversar con ellos, que es lo que me dice una amiga que trabaja con gente que vive en la calle, que es lo que mas agradecen una conversación.
Que extraño que es el ser humano, que recoge un perro abandonado (la cual es muy loable y lo haríamos casi todos los presentes) pero que es incapaz de recoger un ser de su misma especie (un ser humano) abandonado, ya no es que no lo recoja, es que la mayoría de las veces, miramos hacia otro lado.
Con esta pregunta, para no contestar, más bien para reflexionar internamente con ella, no quiero decir que no se puede hacer un mundo mejor, claro que se puede, poco a poco, con acciones pequeñas pero que como muy bien dices suman, o se multiplican exponencialmente poco a poco. Obviamente no es una tarea sencilla, partimos de estar educados para todo lo contrario, pero ahí estamos, para darnos cuenta, virar el rumbo y al menos hacer un mundo más amable!!!!!!
Saludos
Yo diría que hay como dos mundos: el que somos y en el que estamos.
Y como pasa con cuerpo y mente, ambos se influyen entre sí, es decir, si cambias lo que eres (lo que crees o piensas) estás influyendo en todo lo que te rodea dónde estás, y si cambias dónde estás influyendo en lo que eres.
Por tanto no es difícil cambiar ninguno de ellos, de hecho lo hacemos constantemente, sobretodo si decidimos no quedarnos quietos en un mismo lugar, y vivir aventuras tan increíbles y apasionantes como la vuestra.
Mi más sentida enhorabuena.
¡Un fuerte abrazo!
Y además de que debo de tener hambre porque me he comido un “estás” en mi comentario, al hilo de lo que he dicho se me ha ocurrido darle la vuelta a una de tus frases:
“No se puede cambiar de bragas sin cambiar el mundo”
¡Piopíalo! 🙂
OLE OLE Y OLE!!! Que pedazo de post!! Si haces algo… cualquier cosa, aunque sea pequeña o grande (muchas veces eso no lo decidimos nosotros, sino el receptor) algo cambiará… para bien o para mal… y desde luego tu lo acabas de cambiar, o por lo menos para reafirmar cosas que yo ya pensaba 🙂
Gracias Anina! ^^
Sabes escribir en tus post TODO lo que pasa por mi cabeza, por lo tanto en los comentarios nunca me queda nada que añadir…
(P.S.: El link de recaudar dinero para el cancer de mama no funciona)
Increíble. Este post es una pasada. Me ha llegado al alma. Me has enseñado algo hoy.
Ahora no sé qué escribirte… no puedo… ahora no.
Un besazo enorme Anina, suerte con vuestro pedaleo, mucho ánimo.
Que emocionante! Lo importante es no perder la humanidad ni la sensibilidad para apreciar estos gestos. Creo que el reconocimiento de los individuos nos ha llevado a una deshumanización tal que hemos perdido la perspectiva como humanidad y como colectivo.
Yo creo que si se puede cambiar el mundo, pero debes tener en cuenta que no vas a impactar en todo el mundo, es decir hay gente que no quiere cambiar y no lo va hacer nunca, y en referente a mi yo tenia una frase; lo que pasa es que en la secundaria en la que estudie, en mi adolescencia, había mucho bulling, y yo decía; ” para que acusar a esos bravucones, a mi no me hacen nada, en cambio si los acuso, me harán bulling a mi”, ese era el problema que fue solo cuestión de tiempo, pues un día me empezaron a golpear pues pensaban que yo era homosexual, por mi manera de actuar, y no es el caso, yo fui diagnosticado con disforia de genero que es otra cosa muy distinta, el punto es que me empezaron a pegar cuando de entre la multitud salio un chavo a defenderme, se peleeo con ellos, yo me senti extraña, pues nadie habia hecho eso por mi nunca, lo vi como algo extraordinario, cuando para el fue algo normal, pues me dijo que no se debia de permitir ese tipo de cosas bajo ningun motivo, termine acusandolos y los expulsaron del plantel, rompi el silencio, y si si se pueden cambiar las cosas, el chiste esta en que dejemos de verlas como algo natural( las cosas que no son correctas), y dejemos de relegar la responsabilidad a algo mas.
Me gusto tu post, sigue asi, soy nueva, apenas me inscribi hace unos dia, pero no habia comentado.
Saludos
Romyy