Muchas veces son las personas que más nos quieren las que suponen un mayor obstáculo a la hora de seguir el camino que hemos elegido. Sobre todo cuando ese camino es poco convencional. ¿Por qué no quieren que seamos felices?
La incomprensión de nuestra familia, nuestros amigos o nuestra pareja, puede ser la barrera más difícil de superar a la hora de lanzarnos definitivamente a perseguir un objetivo que nos ha costado mucho tiempo y valor definir.
Aquí se produce una de esas paradojas complicadas de entender, cuando nuestros seres queridos intentan que estemos bien a base de hacernos infelices. Ya sé que suena muy raro, así que voy a explicártelo con más calma.
En el fondo, lo que busca tu manada es protegerte, que vivas en un entorno seguro y que no te arriesgues. Pero eso implica una serie de consecuencias que, seguramente, no estás dispuesto a asumir.
Si no haces nada, no te pasa nada
Tu gente quiere evitar que te pasen cosas malas, obviamente. Según la lógica dominante, si creas una rutina de vida segura, como hace la gente normal (un concepto que usa mucho mi madre y no para denominarme a mí, precisamente), minimizarás el riesgo de sufrir accidentes mortales, plagas bíblicas y desgracias varias.
Pero esta teoría tiene algunos problemas:
- No tiene en cuenta que quizá en tu caso, lo peor que puede pasarte es que no te pase absolutamente nada. Una vida estática y repetitiva, basada en la rutina, puede ser una bendición para algunas personas, pero un auténtico infierno para otras.
- Si te quedas ahí quietecita (que estás más guapa) reduces el riesgo de que te pase algo malo, pero lo haces en la misma medida en que reduces las posibilidades de que te pase algo bueno.
- También te pueden pasar cosas malas aunque estés en un refugio antinuclear a varios metros bajo tierra, envuelto en plástico de burbujas o en el salón de tu casa.
En otras palabras: si no lo intentas nunca vas a fracasar, pero nunca lo vas a conseguir. Cuanto más difícil sea el objetivo que nos fijemos, más tratarán de ponernos los pies en la tierra. Querrán ahorrarnos el sufrimiento que nos ocasionaría no alcanzar nuestras metas pero, por alguna razón, no se suele tener el cuenta el sufrimiento generado por renunciar a ellas antes siquiera de empezar a perseguirlas.
Esta forma de pensar, que trata de alejarnos de todo lo que suponga un riesgo, nos lanza directamente a los brazos de la mediocridad. Y sinceramente, no besa demasiado bien.
Si pierdes el tiempo en tonterías, se te va a hacer tarde
Tu gente quiere que encarriles tu vida cuanto antes, como es lógico, para que no se te pase el arroz, ni pierdas el tren, ni te pille el toro, ni un montón de frases hechas que repatean un montón. Así que se angustiarán si creen que vas a la deriva o consideran que lo que estás haciendo no es serio ni con futuro.
Cuántos supuestos malvados hay detrás de esta afirmación y qué arraigada está en nuestra conciencia… Pásame el bisturí porque vamos a diseccionarla.
El primer problema lo tengo con los conceptos de “pérdida de tiempo” y “tonterías”. Por ejemplo, a ojos de mi círculo protector puede que este blog sea ambas cosas. No está muy claro para qué sirve, requiere una energía que podría invertir en quehaceres más provechosos y no me da dinero. Pero es una pieza fundamental en mi proyecto vital y, además, ¡me da muchas alegrías!
Sin embargo, invertir ocho horas al día en un trabajo del que no obtuviese nada más que dinero (ni satisfacción, ni aprendizaje, ni nada…) no se percibiría como una pérdida sino como una ganancia. A pesar de que el tiempo es la única cosa que no puede recuperarse. Tampoco sería justo ignorar que hay un gran salto tecnológico y generacional que hace difícil comprender que todas las horas que paso frente al ordenador no son, en realidad, ninguna pérdida de tiempo, sino una inversión muy consciente y meditada.
El otro problema está en ese “se te va a hacer tarde”. ¿Tarde para qué? Citándome a mí misma en “¿Qué hago con mi vida?”:
¿De qué tienes miedo? ¿De “desperdiciar” tu vida tratando de ser lo que quieres en lugar de “aprovecharla” resignándote a ser algo que no te gusta? ¿En serio?
Si hagas lo que hagas te vas a sentir mal, haz lo que tú quieras
Cuando se dan este tipo de desencuentros te ves en una situación difícil porque, mientras estás pensando qué hacer, parece que decidas lo que decidas te vas a sentir mal.
Si haces caso al instinto protector de tus seres queridos y eliges una opción más segura, no creas que vas a dejar de pensar en aquello que no te atreviste a hacer para no decepcionarles. Ese malestar seguirá ahí y, además, acabarás volcándolo sobre ellos aunque no quieras. Y si no les haces caso y decides seguir adelante con tu opción, es muy probable que el disgusto que supondrá para ellos llegue a ti de muchas maneras: tensión, discusiones, falta de apoyo…
Yo opto por lo más práctico y creo que, si haga lo que haga eso me va a traer consecuencias negativas, prefiero apostar por mí y esperar que con el tiempo lo entiendan. Aunque sea agotador, no renuncies a intentar que entiendan que así es como tú eres feliz: con esa pareja que no les gusta, haciendo ese viaje tan “peligroso”, con esa forma precaria de ganarte la vida (como si alguna no lo fuera)…
¿Sobreprotector o sobreprotegido?
Ahora piensa en cómo reaccionas tú cuando una persona a la que quieres te dice, muy ilusionada, que va a embarcarse en un proyecto que te parece arriesgado, complicado y sin garantías de éxito. ¿Qué le dirías? ¿Cuál sería tu consejo?
Nuestro primer impulso siempre es ser precavidos y no se trata de apoyar así a lo loco, pero tampoco de cerrarse en banda. Es muy importante escuchar muy bien al kamikaze que nos habla, entender hasta qué punto lo que nos expone es algo meditado además de deseado y reconocer cuándo nuestro afán de protección puede privarle de una felicidad que, aunque creamos improbable, sería lo mejor que le pudiera pasar.
No se trata de desear para tu gente lo mismo que querrías para ti, sino de desearles lo que quieren para sí. Hay una gran diferencia.
La mejor forma de proteger a alguien que ya ha elegido su objetivo y está decidido a hacer lo que sea para lograrlo, es apoyarle. Cuando en vez de ser una ayuda te conviertes en un obstáculo, lejos de evitar un mal lo estás causando. Dejará de confiar en ti y de contarte las cosas para evitar conflictos, probablemente incluso te mienta si lo cree necesario para no disgustarte.
Puede que no entiendas de qué forma eso le hace feliz, pero seguro que puedes imaginar el empujón que supone contar con tu confianza.
La pregunta es, ¿prefieres que lo intente sola o contigo?
—————————————————————————–
No me voy a poner en plan Calimero, pero la verdad es que este post no es casual (como no lo es ninguno). Lo cierto es que me hallo a las puertas de uno de los giros más importantes de mi vida pero no me siento animada para compartirlo con algunas de las personas que más quiero.
Sencillamente porque sé que no lo comprenderán, porque sé que intentarán convencerme de que estoy equivocada y se disgustarán al no lograrlo (ni lo de comprenderme ni lo de convencerme).
Por eso trato de entenderlas, igual que creo que tendrán que entenderme antes o después.
“Cuando en vez de ser una ayuda te conviertes en un obstáculo, lejos de evitar un mal lo estás causando. Dejará de confiar en ti y de contarte las cosas para evitar conflictos, probablemente incluso te mienta si lo cree necesario para no disgustarte”.
Acabo de entrar por primera vez en tu web y así es precisamente cómo me siento ahora con las personas que más quiero. El problema es no saber cómo salir de él, sobre todo con niñas pequeñas de por medio. En otro momento de mi vida, lo dejaría todo y emprendería ese cambio radical que aconsejas, pero ahora… la frustración se convierte en una constante en mi vida. Una lástima desperdiciar estos años de esta manera. Me entran ganas de llorar y gritar, pero no creo que pueda cambiar. Voy a girar un poquito, a ver si con esos pequeños movimientos todo se vuelve más llevadero. En fin, hay vidas que no merecerán ser recordadas… La mía estará entre ellas.
Ojalá tus parientes descubran tu blog.. Ojalá alguna vez lo dejes abierto descuidadamente.. Ahí es cuando van a entender para lo que realmente sos buena.
Estoy de acuerdo.!
Estoy consiente de que necesitamos apoyo, saber que para bien o para mal contamos con una palabra de aliento que nos ayude a lanzarnos al abismo de la vida y solo asi encontrar la realizacion de nuestra existencia…
Tu post me ha llenado de esperanzas, un abrazo.
Gracias
Bonjour!!
Anina, hola! No puedo dejar de reaccionar a este articulo (y no puedo poner acentos con este teclado francés), ya que en mi caso mi padre, mis dos hermanos, asi como tios, primos y demas familiares, no han entendido en ningun momento que me fuera a los 50 anos a andar sola hasta Jerusalén!! Los comentarios eran del tipo : “pero qué se te ha perdido a ti en Jerusalén?”, o “pero tu estas loca! Cruzar Rumania, o Turquia sola es de inconscientes!!!”, etc ….
Ya ves, hay que tener 20 o 30 anos para hacer este tipo de “locuras”, pero una mujer hecha y derecha no puede, y mucho menos sola!!! Me cansa!
Los que si me apoyaron fueron mis dos hijos y mi marido, que a pesar de sentirse pre-ocupado por mi, no se opuso con chantajes emocionales ni enfados!!
Aprovecho para alabarte y animarte a que sigas escribiendo porque es profundo, ameno y resuena en mi!! Muchisimas gracias!
Como habrás notado, me he quedado leyendo hasta el último de
los artículos que escribiste. Espero que esto te sirva como motivación de
que estás haciendo un trabajo muy bueno. A nivel personal, soy amante de los buenos textos y me gusta continuar a las
personas que poseen las habilidades de transmitir
experiencias a través de las palabras. Por
este motivo te dejo este comentario y para cerrar
quisiera decirte que me ha encantado poder llegar a
tu lugar. En hora buena!
¡Hola!
Pues sí, no te equivocas en lo más mínimo: para mí es motivación en estado puro recibir comentarios como el tuyo. Muchísimas gracias por quedarte a leer todo el blog: es un gran placer ser capaz de conectar con alguien a ese nivel y me alegra infinito que hayas decidido dedicar unos minutos a decirme que ha sido así.
También a mí me ha encantado que llegues hasta aquí y, sobre todo, me ha encantado aún más que decidas quedarte. Pienso seguir poniéndole ganas, ilusión y todo lo que haga falta para no decepcionar a las personas que como tú, han encontrado aquí su lugar.
Uns vez más, muchísimas gracias. ¡Aquí tienes tu casa!
¡Un abrazooo!
Respuesta tan buenrollera y reflexiva como el espíritu de tu blog. Chapó. Aceptamos “@” como animal acuático.
Abrazos y a seguir tecleando.
Como crítica exclusivamemente constructiva: no entiendo a l@s que utilizáis continuamente la “@”. Es un recurso totalmente antiliterario. Se puede entrar en debates sobre el machismo de nuestro idioma, bla, bla, bla, pero el género neutro está ahí para algo.
Por lo demás, enhorabuena por la página. Muy buen rollera.
¡Hola Garabatu!
No creas que no me supone un problema y siempre que puedo evitar los géneros lo hago, pero finalmente me he decantado por la @ por varios motivos. El principal, tal como has intuido, es el de la inclusividad del lenguaje. Sin entrar mucho al debate y comprendiendo el lenguaje como herramienta constitutiva del mundo (el catálogo de cosas existentes, la ontología, es lo que se nombra), el femenino queda siempre excluido de cualquier texto general, mientras que el género neutro es morfológicamente indistinguible del masculino.
Así que enfrentada a dos conflictos, lenguaje no inclusivo vs. corrección ortotipográfica, me he decantado por resolver el primero dejando abierto el segundo. No es bonita de ver y a mí tampoco me lo parece, pero teniendo en cuenta que un poco más de la mitad de las personas que siguen el blog son mujeres, lo siento como un mal menor.
También me ayuda el hecho de repetirme que, de la misma forma que un blog exige una forma de escribir muy concreta, la @ es una hija bastarda de este otro plano comunicativo que acabaremos aceptando como legítima, aunque siempre la miremos con otros ojos… 😀
En fin, supongo que es imposible vivir sin contradicciones, jajaja.
Muchísimas gracias por la visita y por la elegante crítica, ojalá todas sean así.
¡Un abrazo!
Hola Nuria:
Muchas gracias por contar tu experiencia y traer más autoafirmación y actitud positiva al post. La verdad es que un entorno que confía en ti y apoya tus iniciativas, aunque no sean convencionales, es un gran impulso a la hora de saltar en cualquier dirección.
En mi caso, mi forma de enfrentarme a la “incomprensión”es precisamente esta: buscar sus raíces para comprenderla y neutralizarla, en vez de dejarme llevar por ella o simplemente lamentarla.
Yo haré lo mismo que tú, no me cabe duda. Hacer mi elección y ser consecuente con ella en todos los sentidos. E igual que tú, ser muy feliz, espero. 😀
Que sigas disfrutando muchísimo y adelante con lo de Barcelona. Ya me irás contando. 😉
¡Un abrazo grande y mil gracias por los ánimos!
Hola Anina
Lánzate sin importarte lo que piensen…..hay una frase que me encanta y dice :” que es la vida si por vivirla no tenemos tiempo parar pararnos, y respirar”
Yo soy profesora interina, en Extremadura, tengo un buen trabajo que me gusta, pero este curso estoy de año sabático, antes de tomar la decisión en mi familia me dijeron que me lo pensara bien, pero me han apoyado en todo momento, menuda suerte tengo, aunque comentarios de todo tipo he escuchado negativos, pero en general la mayoría de la gente me dice que hago bien. Tampoco tengo niños, ni quiero.
Y ahora que estoy en ello, estoy tan feliz, que no me he arrepentido en ningún momento,no cambio ni un solo día de este año de parar por nada, al revés, veremos si no estoy mas de un año….. ahora estoy pensando en irme a Barcelona,a vivir una temporada….
Animo en lo que sea..no te arrepentirás, a mi el corazón me lo decía, lo sentía, y lo he hecho
Un saludo Nuria
¿Es aquí el lugar de las confesiones? He renunciado a un empleo (mal pagado, of course) porque ni me veía haciendo eso, ni me fiaba del contrato y las condiciones me parecían draconianas. ¿Pero como vas a renunciar a un empleo con la que está cayendo? Pues eso, lo mantengo en secreto 😉
A todos nos gusta aconsejar desde la barrera pero pocos se ponen en los zapatos del otro, como dicen los briters y cada uno aconseja desde su propia perspectiva y experiencia y lo peor es que a veces aconsejamos cosas a los demás que no quisiéramos para nosotros.
A seguir así de pensatriz!
¡Hola Aitor!
No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo 😀 Me ha gustado lo de las condiciones “draconianas”. Yo suelo decir leoninas, pero la verdad es que un dragón le puede a un león, así que me imagino cómo debía ser la oferta de empleo…
Lo que está claro es que no hay sueldo que pague llegar a casa agotado, vencido, frustrado, deprimido y con ganas de no salir nunca más de la cama. Y mucho menos los sueldos miserables que tan oportunamente ha propiciado la fuckin’ crisis…
En fin, ego te absolvo in nomine anyway.
¡Abrazooo!
Cuánta razón perfectamente plasmada!!! Cada cual tiene sus metas y que NADIE, por mucho que te quiera, te corte las alas. Además, todas esas personas infinitamente sobreprotectoras terminarán aceptando (aunque quizás nunca comprendiendo) que hayas elegido tu camino si ven una enorme sonrisa en tu rostro.
Adelante y que seas muuuy feliz, tocaya 😉
¡Hola Anai!
Muchas gracias por dejar un comentario tan optimista y con tanta energía. Estoy segura de que no sólo me animará a mí sino a cualquiera que se pase por aquí. Al final es de eso de lo que se trata, de comprender que las alas son tuyas y que si no las extiendes por miedo a que te las corten, sería como si te las hubiesen cortado ya.
Además, en tu caso estas palabras tienen el doble de valor porque sé que predicas con el ejemplo: ¡Enhorabuena por haber hacho valer tu decisión por encima de tanta oposición! 😀
Un abrazo y gracias otra vez por traer hasta aquí toda esa positividad y tan buenos deseos. ¡¡Ojalá vuelvan hacia ti multiplicados en plan boomerang kármiko!! ^^
¡A por ello!
Yo también estoy contigo al cien por cien, contigo y con el comentario anterior. La vida de uno es su elección, yo he aprendido a base de errores que no lo parecían pero lo eran, tardé en darme cuenta, o no, quizás no había llegado mi momento. En la repetición de patrones está el principal error, imitamos las conductas de nuestros progenitores igual que ellos hicieron en su día y nos vemos reflejados en aquellos que desarrollan su vida al tiempo que nosotros la nuestra. ERROR, eso no vale para todos, no hay que renunciar a nada, a nada, ya sea en pareja, trío, cuarteto…a nivel individual o como se quiera. Y si hay gente que deseando lo mejor para ti inevitablemente trata de convencerte de lo que no quieres piensa que hoy en día todos estamos comunicados y que de la misma manera que otros tratan de echar las ideas atrás otros tantos lo harán para que salgan adelante. No hace tanto era muy difícil encontrar con quien compartir ciertos pensamientos y uno se lo tenía que comer todo solo, pero ya no. La familia tiende en un afán de sobreprotección a dramatizar con estas cosas, peo nada es tan terrible y mucho menos, irreversible. Adelante, Anina.
Hola Jose:
Me gusta mucho la autodeterminación y la positividad que siempre desprenden tus comentarios. Como ya he dicho en otras ocasiones, creo que aportan muchísimo valor a lo ya escrito y para mí eso es impagable. Gracias por ahondar un poco más en las raíces del problema y por seguir apuntando soluciones.
Como muy bien dices, afortunadamente hoy lo tenemos relativamente fácil para encontrar gente que piense como nosotros y nos ayude a ver que ni estamos tan solos ni tan equivocados.
Cada vez estoy más convencida de que este blog puede ser un punto de encuentro para este tipo de personas y me entusiasma la idea 😀
Un placer contar con tu sabiduría zen, como siempre.
¡Un abrazo!
Estoy contigo al 100%.
Será porque tampoco yo soy una mujer convencional a pesar de llevar una vida laboral “normal” que implica ciertas rutinas y limitaciones, vida que compenso con la sensación de libertad a la hora de haber elegido no formar una familia, que para mi es la forma más común por la que suele encorsetarse la gente…
La sobreprotección no deja de ser siempre una buena intención envuelta en miedos de todo tipo, sin caer a menudo en la cuenta que es una forma de egoísmo, pues no queremos que quien quieres lo pase mal, pero tampoco queremos pasarlo mal nosotros por ver sufrir a esas personas a las que queremos… Es la pescadilla que se muerde la cola.
Hay un ejemplo muy drástico y dramático que no puedo evitar recordar y es cuando se suicidó una amiga mía… A priori piensas que ha sido muy egoísta por hacerle pasar a la familia ese mal trago, pero luego cambias el ángulo de visión y llegas a la conclusión de que aunque es una pena que lo hiciera así y no hubiera pedido ayuda para poder gestionarlo para poder tener un final feliz, era SU vida, sus sentimientos, su desgana de seguir en este mundo y SU elección… Sn entrar en moralidades de ningún tipo.
Y esto me hizo pensar muchas veces al hilo de tu post, que es una verdadera pena no haber podido estar dentro de su cabeza y su corazón en aquellos momentos para haberle grabado a fuego que estaba desperdiciando la oportunidad, antes de morir, o ya que estaba dispuesta a morir, de haber ” experimentado con su vida” con su no vida en potencia, ya que no tenía nada que perder, y haberse aventurado a vivir sin miedos las situaciones más surrealistas, ya que no tenía nada que perder salvo el tiempo y puede que el dolor, y quien sabe si hubiera supuesto una luz en su horizonte…
Indudablemente vida solo hay una, al menos de la que tengamos conciencia la mayoría de nosotros. JAMÁS vamos a gustar a todos, ni le va a parecer a todos bien nuestra forma de actuar, así que al menos hay que ser fiel a uno mismo e intentar gustarnos a nosotros mismos, ya que es de las pocas cosas que esta verdaderamente en nuestras manos…
Un beso, y ánimo con tu proyecto!!!
Eres una tía valiente y sensata que no hace las cosas a lo loco, y esta premisa es importante para tomar las decisiones que crees mejor para ti y no arrepentirte luego si no salen como esperabas porque al menos lo has intentado y en el camino te ilusionas, creces y aprendes
;))
Silvia
Hola Silvi:
Ciertamente este comentario tuyo ha sido muy conmovedor y lleno de valor, en tu línea. Te agradezco mucho que hayas querido compartir una experiencia tan impactante y personal. Me gusta mucho el modo en que la has enfocado y lo que has extraído de ella. Ojalá, como dices, hubiera sido posible entrar en su cabeza para hacerle ver las cosas tal como las has planteado.
También me ha parecido muy clarificadora la forma en que defines la sobreprotección: una buena intención envuelta en miedos con una carga oculta de egoísmo.
Muchísimas gracias por tu apoyo, por este comentario y por formar parte de este blog 🙂
¡Un abrazo enorme!